«No somos de ultraderecha»

El Mundo, QUICO ALSEDO, 07-11-2009

Política. El Movimiento Social Republicano, que se autocalifica de ‘antisistema’ y está catalogado como de derecha radical, celebra unas jornadas en Chamartín para debatir «sobre las disidencias» y monta un mercadillo de iconografía mayoritariamente nazi Unas jornadas «culturales» tienen lugar este fin de semana en el hotel Tryp Centro Norte de Madrid. Las organiza el Movimiento Social Republicano (MSR), catalogado como partido ultraderechista, pero de ideología «transversal y disidente» según uno de sus cabecillas, Juan Antonio Llopart, que también dirige la editorial Nueva República, que publica «lo que nadie quiere publicar», explica.


«En los medios se nos maltrata y se nos tacha de nazis, pero mira, éste viene de la CNT y ella del comunismo, y eso seguro que no lo vais a poner», dice, señalando a dos de sus colaboradores. «Nosotros somos disidentes y antisistema, no ultraderechistas». El historiador Julio Gil Pecharromán ha calificado de «derecha radical» a la formación, que se reclama «nacional – revolucionaria».


¿De qué disiente el MSR? «Del sistema, venimos de la derecha o de la izquierda, pero tratamos de llegar a una unidad desde fuera del sistema», explica Llopart. Después explica por ejemplo su posición con respecto a los extranjeros, que resume en un lema: «Ni racismo, ni inmigración». ¿Cómo se come eso? «Pues que no somos racistas, pero no puede haber cuatro millones y medio de inmigrantes en España si hay cuatro millones y medio de españoles en paro. Primero los de aquí».


Llopart se dirige al redactor ayer antes del inicio de las conferencias. «Bueno, ahora bajarás abajo y verás muchos libros de Hitler, pero que conste que también los hay de izquierdas». Y los hay. Alguno que hace referencia al Ché (que aparece con una cruz celta en una imagen icónica), otros a Stalin… Son mayoría no obstante obras en la órbita del Tercer Reich y de la Falange. Un volumen se titula: Holocausto judío=cámaras de gas. ¿El final de un mito? Otro, por ejemplo hace referencia a El arte en el Tercer Reich.


La iconografía (cruces celtas, etc) y los contenidos juegan a una mímesis de los dos extremos del arco político, pero uno de los colaboradores de Llopart descarta la idea: «Hemos estudiado eso, lo llamamos teoría de la herradura, pero no creemos que los extremos lleguen a tocarse».


Llopart hace referencia no obstante a las «transversalidad» que, dice, caracteriza a su movimiento. ¿Y qué es transversalidad? «Pues que no funcionamos de forma horizontal, sino vertical, creemos en la acción», resume su colaborador, enunciando un clásico de los radicalismos del primer tercio del siglo XX.


En las conferencias intervendrá por ejemplo Günther Deckert, ex dirigente del ultraderechista NPD alemán, y también representantes de la Fiamma Tricolore italiana, de igual orientación. En uno de los stands del mercadillo también se recogen juguetes para niños, y en otro se conciencia con folletos e imágenes sobre la explotación animal.


¿Los extremos se tocan?


«Aquí viene lo mismo un profesor universitario relacionado con el comunismo que lo que llamamos nosotros un facha casposo. Vienen a escuchar, porque aquí se agrupa a los disidentes, sólo eso», explica Juan Antonio Llopart sobre la cuarta edición de estas jornadas. Quiere ahuyentar lo que dicen algunos foros de internet sobre la convocatoria, y la presencia de jóvenes con el pelo rapado a la puerta y en la sala de conferencias. Una de sus colaboradoras abona la teoría de que los extremos quizás se podrían tocar en este tipo de convocatorias: «Esto es como unos Juegos Olímpicos, unos días de convivencia en que todo se paraliza y unos escuchan a otros». Otro de sus adláteres relativiza el nazismo defendiendo el llamado Frente Negro, una rama marxista del nacional socialismo.

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