Entrevista | xesús manuel suárez garcía

«La vida de Moisés no corre peligro a día de hoy»

La Voz de Galicia, Marta Vázquez, 05-11-2009

El endocrino que se ha ofrecido a tratar al niño explica su propuesta para ayudarlo

El endocrino que se ha ofrecido a tratar al niño explica su propuesta para ayudarlo

Pese a la polémica abierta en torno a si la decisión de la Xunta de tutelar a un menor obeso es una intervención excesiva o una obligación para evitar un desamparo – y a lo judicializado que se halla el caso – , el endocrino ourensano Xesús Manuel Suárez García se ha atrevido a ejercer como profesional para intentar que el caso de Moisés se pueda resolver de la manera menos dura posible.

- No le importa correr riesgos…

- Este es un problema que nos afecta a todos, del que somos responsables como sociedad, por lo que no nos podemos quedar mirando y no buscar una salida. Ahí hay un drama porque este ha sido un niño mal tratado por una familia que ha actuado de forma irresponsable con él durante años.

- ¿Se lo ha explicado a ellos?

- Esto ya se lo he dicho a ellos y lo han reconocido, lo que supone que yo les doy credibilidad. Hay que decir que el niño ha estado muy bien tratado por los servicios de pediatras, yo no quiero aparecer aquí como un listillo, pero lo que ha ocurrido es que un problema de este calibre no se puede abordar si no hay colaboración ni consenso por parte de la familia.

- ¿Qué tiene a su favor?

- Conozco el entorno gitano y sus costumbres, y aunque eso no es garantía de éxito, sí puede suponer un paso clave. Yo tengo evidencias de que ahora sí hay compromiso por parte de la familia en la mejora del chico.

- ¿Y qué propone?

- Ante una situación en la que la única solución que se propone es arrancar al niño de su entorno familiar, yo digo que eso va a ser un fracaso porque dentro de seis meses va a volver a ser obeso y encima se habrá creado un drama. Por ello ofrezco una solución que conjugue las exigencias del tratamiento médico dietético, el rigor en el seguimiento de ese tratamiento y las garantías a la Xunta de que eso se va a llevar con seriedad y dando cuentas, y al mismo tiempo sin que el niño salga de su entorno familiar. Yo me ofrezco a llevarlo, a controlarlo, a trabajar con la familia, y a informar periódicamente y con rigor. Eso sí, en el momento en el que perciba que el seguimiento no se cumple, yo mismo avisaré a la Xunta para que se lleven al niño. Eso lo sabe la familia y lo acepta.

- ¿Ha recibido apoyo de sus compañeros?

- En el colegio de médicos se han mostrado dispuestos a avalar esta iniciativa mía personal. Ellos están preocupados por este tema y muy sensibilizados.

- Usted ha sido de las pocas personas que ha podido ver al niño en los últimos días. ¿Cómo se encuentra?

- Está obeso, hay que reconocerlo, pero es verdad que ha perdido peso significativamente en los últimos meses y ha mejorado sus hábitos alimenticios. En eso tiene que ver que su familia, sobre todo su abuelo, esté dispuesto a asumir las riendas y cambiar las cosas.

- ¿Está de acuerdo en que corre peligro su salud?

- Lo que debo decir en cuanto al estado del niño es que, en contra de lo que he escuchado, el niño hoy en día no corre un grave riesgo, su supervivencia no está comprometida. Eso no implica que su salud no esté afectada ni que si no se toman medidas ahora pueda haber problemas a medio y largo plazo. Pero estamos hablando de algo no inmediato. Hay posibilidades de actuar ahora, y más cuando el niño ya ha empezado a mejorar de forma significativa. Eso yo lo pongo por escrito.

- Y anímicamente, ¿cómo se encuentra Moisés?

- El niño está mal, muy preocupado por lo que pueda ocurrirle, y eso nos debería hacer pensar a todos que la situación actual hay que resolverla ya.

- ¿Cómo valora la postura de la Xunta?

- Yo comprendo su forma de actuar. En una situación como esta hay que valorar muchas cosas, hay muchos pros y muchos contras, pero siempre hay que ponderar y sopesar los riesgos de las decisiones. En este caso yo estoy convencido de que la solución está en el tratamiento integral del problema siempre desde el ámbito familiar. Y lo que no puede ser es que el asunto dé pie al enfrentamiento entre la familia, el médico y la sociedad, que parece tener simpatía por la familia, y el juzgado y la Xunta. Creo que todos tenemos que remar hacia el mismo lado y estoy seguro de que las decisiones que se tomen van a ser en favor del niño, nunca para fastidiar.

- ¿Cómo se trata?

- No se permitirá el abandono del niño, se va a controlar su estado, con informes precisos. Hay que pactarlo, llegar a un acuerdo porque no estamos hablando de un delito, es una situación grave que se puede resolver.

- ¿Aprecia falta de sensibilidad en la Xunta?

- No, yo creo que ellos tienen sensibilidad. Y confío en que eso sirva para abrir más el abanico de posibilidades para resolver este caso. Yo quiero que la Xunta no se cierre en banda y participe, pero soy el primero en decir que aquí los responsables son la familia. Y si no lo entendemos así, estamos perdidos. Hay que apoyarlos y, si es necesario, meterlos en vereda.

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