SEGURIDAD

Proxenetismo global

La Policía Nacional investiga a no menos de ocho bandas internacionales dedicadas a la explotación de mujeres

La Vanguardia, , 04-11-2009

ENRIQUE FIGUEREDO – Barcelona

Los policías creen que las prostitutas de la Rambla están a la espera de que la vigilancia remita
a Policía Nacional tiene en el punto de mira, al L menos, a ocho grupos criminales en Catalunya dedicados a la explotación de mujeres con fines de prostitución. Según expertos policiales, la actividad de estos grupos de proxenetas se mantiene estable. No hay más de los que había hace unos años, lo que ocurre es que a la desarticulación de uno de ellos le sigue un intento de implantación de otro nuevo.

Por orden de importancia, las bandas hegemónicas en lo que a trata de mujeres y su sometimiento sexual a través de la prostitución se refiere son las organizaciones del Este europeo, las bandas subsaharianas, las redes que traen víctimas de América Latina y, en último lugar, bandas que trafican con travestidos. Su grado de penetración es consecuencia directa de la desesperación en la que se ven inmersas las víctimas en sus países de origen y de la existencia de una floreciente demanda en territorio español.

Las investigaciones a esta serie de grupos criminales se topan con varios obstáculos. Aunque pueda parecer un contrasentido, alguno de ellos reside más en las víctimas que en los autores de los delitos. Las mujeres que son presa de estas organizaciones criminales colaboran con las fuerzas policiales en muy pocas ocasiones, a pesar de que existe la posibilidad legal de declararlas testigos protegidos o incluso de conseguir residencia oficial si carecen de ella en el caso de colaborar activamente en la desarticulación del grupo. Así lo dice la ley de Extranjería.

La ampliación de la Unión Europea ha traído consigo algunos cambios a la hora de afrontar el combate a estas organizaciones criminales. La entrada de países como Rumanía o Bulgaria ha reportado beneficios, según los entusiastas de la UE, pero ha limitado las vías para poner cerco a los criminales. El favorecimiento de la inmigración ilegal es un motivo por el que ya no se les puede perseguir, cuando antes numerosos grupos de traficantes de seres humanos del Este eran atacados legalmente por ese flanco. En la práctica, supone una dificultad más a la hora de inculpar al proxeneta ante un tribunal.

Existe también una creencia extendida que apuntala la idea de que estas organizaciones ven en la capital catalana una gran oportunidad para establecerse. La estadística señala que no es así. “Barcelona no es un ámbito amable para que estas bandas se desarrollen. La ciudad está muy controlada”, aseguran fuentes policiales. Estos grupos criminales principalmente disponen a las mujeres que someten en clubs de alterne o en las carreteras, tal y como puso de manifiesto la operación de la Policía Nacional durante la que se detuvo recientemente en Miami-Playa, en Tarragona, a cuatro ciudadanos albaneses que controlaban la prostitución de un tramo de la N-340.

La aparición masiva de prostitutas subsaharianas en la zona de la Rambla modificó el panorama urbano de esa zona de la ciudad. A pesar de que a menudo se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que estas mujeres – actualmente han desaparecido del popular paseo barcelonés-estén siendo víctimas de grupos criminales, “hasta el momento no se ha podido probar la existencia de una red detrás de ella”, asegura una fuente policial. Ello no quiere decir que no mantengan, como parece que ocurre en muchos casos, una deuda pendiente con la organización que las sacó de su país facilitándoles la entrada ilegal en España.

En la actualidad estas mujeres ya no se pasean de forma masiva por la Rambla. Se diría que han desaparecido. La teoría policial más extendida y apoyada en algunas comprobaciones sobre el terreno señala que están encerradas en sus casas a la espera de que la polémica y la vigilancia remitan. Según la información a la que ha tenido acceso este diario, las prostitutas subsaharianas que poblaban la mítica vía barcelonesa tienen residencia en la propia Ciutat Vella y otras en poblaciones como Santa Coloma de Gramenet, l´Hospitalet de Llobregat o Sant Adrià de Besòs.

Se tenía la sospecha de que estas mujeres podían estar redistribuyéndose por el territorio y aunque no puede descartarse que ello haya ocurrido en algún caso, incluso que hayan abandonado España, las mujeres subsaharianas identificadas en zonas como la plaza de las Glòries o la calle Bergara no son las mismas a las que antes se había ido controlando en la Rambla.

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