¿Cuántos chinos tienes en casa?

El Periodico, DMITRI Polikárpov, 04-11-2009

Hay preguntas que por mucho que parezcan totalmente estúpidas y absurdas no tienen sin embargo una respuesta inmediata. Si a un moscovita le preguntan ahora cuántas personas residen en su piso se pondrá de los nervios aunque sepa perfectamente el número de sus coinquilinos.
Resulta que esa pregunta no es tan fácil como parece. Miles de moscovitas se enteraron en octubre de que, según el registro de la policía, alojan en sus casas a ciudadanos chinos a los que jamás han visto. La historia empezó cuando un pensionista del barrio de Liublino, en el este de Moscú, descubrió a la hora de pagar los gastos comunales que convive en su modesto piso de 36 metros cuadrados con cinco comerciantes chinos. Así lo afirmaba el documento de pago que le llegó a finales de septiembre. El retirado denunció el inexplicable error. Pero allí le explicaron que la policía les había informado de que los empresarios chinos tienen propiska (registro permanente) en el apartamento que pertenece al demandante.
A pesar de los cambios tras la desaparición de la Unión Soviética en 1991, residir en la capital rusa sin registro temporal o permanente sigue siendo un delito. La policía impone una multa de unos 50 euros a cada infractor. Para un forastero, la única posibilidad legal de registrarse ante la policía es firmar contrato con el propietario de un piso moscovita. Es decir resulta imposible obtener registro en un apartamento sin que su propietario se entere.
Los funcionarios se rieron del pensionista y entonces este contó su historia a la televisión. A la mañana siguiente cientos de habitantes del barrio Liublino se dieron cuenta de que conviven con unos «fantasmas» chinos por los que les obligan a pagar gastos comunales. Lo más estresante fue el hecho de que era imposible anular el registro falso sin llevar a juicio a los vecinos indeseados.
Una investigación del Servicio Federal de Migrantes reveló que los chinos obtuvieron el registro a través de una compañía de turismo moscovita. Sin embargo, los empleados de la operadora se negaron a explicar cómo habían registrado a los viajeros sin obtener el permiso de los propietarios de los pisos en cuestión. Mientras sigue la investigación policial, el número total de los inmigrantes chinos que asentados ilegalmente en pisos de los moscovitas podría superar a las 100.000 personas. La policía rusa cerró de manera abrupta el pasado junio el mercado Cherkizovsky, el mercado al mayoreo más grande de Rusia de cerca de 300 hectáreas al noreste de Moscú, después de que un organismo de control descubriera varias operaciones ilegales e irregulares en el mercado.
Esa acción represiva dejó en la calle a unos 100.000 inmigrantes chinos que trabajaban en el Cherkizón sin permiso de trabajo y sin registro en Moscú. Ahora para encontrar empleo en otros mercados moscovitas todos esos «sin papeles» necesitan urgentemente legalizar su estancia en la capital rusa. A su disposición están los funcionarios corruptos. Así los moscovitas no tendrán más remedio que pensarlo bien antes de contestar a la pregunta de cuántos inquilinos tienen en casa.

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