parís. El polémico debate sobre la identidad nacional francesa y cómo integrar mejor a la inmigración promovido por Nicolas Sarkoy comenzó oficialmente ayer, especialmente en una página web dedicada a esta cuestión en la que figuran las preguntas “¿Qué es ser francés hoy en día?” y “Cuál es la aportación de la inmigración a la identidad nacional?”.

El ministro de Inmigración y de Identidad Nacional, Eric Besson, anunció la iniciativa de este “amplio debate” el 25 de octubre. Pero las prefecturas encargadas de organizarlo no están dispuestas a ello porque dicen que les falta información, la izquierda acusa a Besson de intentar desviar la atención a menos de diez meses de las elecciones regionales y la extrema derecha reclama un verdadero debate en el que participen todos los partidos y distintas organizaciones y asociaciones.

De acuerdo con el plan del Gobierno, 100 prefecturas y 350 subprefecturas son las encargadas de organizar junto con la sociedad civil (asociaciones, profesores, sindicatos, empresarios, etcétera) el debate, que “finalizará antes del 28 de febrero”, según el ministro, quien después deberá redactar una “síntesis general”.

Para el secretario nacional del Partido Socialista, Jean – Christophe Cambadélis, este “truco” del Gobierno para desviar la atención de los próximos comicios en plena crisis económica es “un poco burdo”. Por su parte, el portavoz socialista, Benoît Hamon, consideró que el Ejecutivo, que ha tenido que hacer frente a una serie de escándalos políticos, intenta movilizar “a una parte de la línea dura de su electorado” a través de una “pobre operación de comunicación política”.

La vicepresidenta del ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen, se ha apresurado a pedir una entrevista con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y un verdadero debate sobre la indentidad nacional en el que participen todas las partes interesadas.

En cambio, numerosas personalidades de la derecha francesa han manifestado su apoyo a Besson. Por ejemplo, el portavoz de la Unión por un Movimiento Popular (el partido de Sarkozy), Frédéric Lefebvre, que opinó: "La defensa de nuestro modelo cultural y de la “Dulce Francia” cantada por Charles Trenet pasa por la redefinición de nuestra identidad nacional".

Según un sondeo publicado por Le Parisien, el 60% de los franceses cree que es “bueno” que la sociedad discuta sobre el tema de la identidad nacional. Asimismo, la encuesta revela que el 80% considera que la lengua francesa es uno de los elementos importantes de dicha identidad y el 77% es paridario de que se aprenda La marsellesa, el himno francés en los colegios.

Los símbolos serán objeto de discusión en este debate que se dividirá en dos partes fundamentales: una primera centrada estrictamente en lo que es la “identidad nacional” y la segunda en el “aporte de la inmigración a la identidad nacional”.

En la primera parte, además de la cuestión principal de “¿qué significa ser francés hoy en día?”, se analizarán también asuntos como el uso de símbolos y emblemas nacionales, la obligación a los estudiantes de cantar el himno nacional una vez al año o los cursos de formación cívica organizados en algunas prefecturas.