El pasado año se dictó sentencia contra casi 16.000 adolescentes

Casi un 17% más de menores condenados

La Razón, 31-10-2009

También aumentó el número de  extranjeros penados, que pasó del 13,3 al 21,4 por ciento.

MADRID – La delincuencia crece también entre aquellos que todavía no alcanzan la mayoría de edad. Hasta 15.919 menores fueron condenados durante el pasado año con sentencias firmes, lo que supone un 16,8 por ciento más con respecto al año anterior. O lo que es lo mismo, la tasa de menores de 14 a 17 años condenados por cada 1.000 habitantes en ese rango de edad fue de 8,75, según los datos hechos públicos ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Así, nos encontramos ante un despunte importante pero no alarmante, y que, sobre todo, debe «hacer reflexionar al conjunto de la sociedad», como reclamaba ayer el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid.  
El perfil de este delincuente es mayoritariamente masculino: un 84,7 por ciento frente al 15,3 que representan las mujeres. Por edades, el grupo más numeroso estaría representado por los jóvenes de 17 años (30,7 por ciento), seguidos de los menores de 16 años (28,8 por ciento).
En libertad vigilada
Los detenidos eran en su mayoría de nacionalidad española, constituyendo un 78,5 por ciento del total. Con todo, la proporción de menores extranjeros condenados ha aumentado de manera significativa: del 13,3 por ciento de 2007 ha pasado al 21,4 de 2008.
Como consecuencia, los jueces adoptaron 21.610 medidas contra estos jóvenes. Dos fueron las más frecuentes: la libertad vigilada (36,4 por ciento) y la prestación en beneficio de la comunidad (22 por ciento).
El «mapa» de la delincuencia juvenil en España refleja que Andalucía fue la región en la que se condenó a más adolescentes, con un 25,9 por ciento. Le siguen la Comunidad Valenciana (12,8), Cataluña (12,2) y la Comunidad de Madrid (10,5).
Eso sí, si sólo contáramos a los condenados extranjeros, Cataluña encabezaría el ránking, con la Comunidad de Madrid en segunda posición.
Ceuta, con 30,74 condenados por cada 1.000 habitantes, y Melilla, con 18,53, registraron las mayores tasas de penados. Galicia (6,02) y Castilla – La Mancha (6,12) fueron las más bajas. 
En cuanto al número de infracciones, el 67,7 por ciento del total de adolescentes cometió una única infracción penal, mientras que el 32,3 reincidió con más de una. De hecho, los menores de edad cometieron 26.134 infracciones. De éstas, la mayoría fueron delitos, un 67,1 por ciento, mientras que el resto, el 32,9, se quedaron en faltas. El delito más frecuente fue el robo, que se produjo en un 39,3 por ciento de los casos, seguido de las lesiones (17,4), el robo y hurto de vehículos (7,7) y el hurto (6,1). Las faltas más frecuentes fueron contra las personas (61,7 por ciento) y contra el patrimonio (32 por ciento).
El 85,8 por ciento de estas infracciones fueron cometidas por varones, mientras el 14,2 correspondió a las mujeres.
Lo que la estadística deja claro es que, a mayor edad, mayor número de infracciones: las cometidas a los 17 años (8.238) prácticamente doblan a las perpetradas a los 14 años (4.117). El 77,4 fueron cometidas por españoles, mientras que el 22,6 correspondió a adolescentes extranjeros.
Por último, hay que reseñar que se cometieron, de media nacional, 14,36 infracciones por cada 1.000 habitantes de 14 a 17 años. En este aspecto, la región con más número de faltas fue Ceuta (45,31), seguida de Melilla (31,62). Los más bajos correspondieron a Castilla – La Mancha (8,89) y Canarias (9,27).

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