La Diputación reforzará la atención a los menores extranjeros con un nuevo centro

Se destinará a los chavales más conflictivos, contando con monitores específicamente dedicados a este perfil y con un itinerario de adaptación social. Deba acogerá a los que hayan pasado antes por el nuevo equipamiento

Diario Vasco, FERNANDO SEGURA, 30-10-2009

La llegada de decenas de menores extranjeros a Gipuzkoa está obligando a la Diputación a ampliar la red de acogida. En el caso específico de los chavales que presentan un alto grado de conflictividad, contarán con dos centros de atención para facilitar su inserción social. En la actualidad sólo disponen del situado en Deba, instalación que ha generado una gran controversia.
En una primera fase serán atendidos en unas nuevas instalaciones que abrirá la Diputación a finales del próximo mes en un lugar que no ha dado a conocer. Posteriormente, los chavales que hayan completado el ciclo de adaptación pasarán al centro de Deba. Este último, por tanto, cambia de objetivo. Dejará de acoger a los menores más problemáticos, dado que éstos previamente habrán pasado por un proceso educativo.
Esta modificación de la red de atención fue anunciada ayer por la diputada de Política Social, Maite Etxaniz, en las Juntas Generales. Su comparecencia, motivada por el informe del Ararteko en el que se denunciaban graves deficiencias en Deba, fue solicitada a petición de la diputada y también a requerimiento de EB, Aralar y Alternatiba.
Etxaniz explicó que en las próximas semanas está prevista la apertura del nuevo centro destinado a los menores extranjeros conflictivos. Estas instalaciones están diseñadas «para respetar de forma escrupulosa los requerimientos del Decreto 131/2008, al tiempo que garantizará en el propio centro un programa educativo». Éste consistirá, entre otras actividades, en la alfabetización de los chavales, carpintería y habilidades sociales. Se incorporará un equipo educativo destinado específicamente a este cometido.
La apertura está prevista para finales de noviembre y contará con 12-14 plazas. Se ha diseñado con posibilidad de ampliar su capacidad si fuera preciso.
Dos fases
Tras la apertura del nuevo centro, el de Deba, previa reforma, pasará a formar parte de la segunda fase del itinerario de normalización de los chavales. «Los jóvenes que se encuentren acogidos en Deba señaló Etxaniz serán escolarizados en los recursos formativos del sistema educativo».
La Diputada explicó que la puesta en marcha de dos centros en los que desarrollar los programas de atención a los conflictivos estaba planificada antes de que el Ararteko publicara su informe.
La responsable foral admitió que la llegada masiva de menores registrada en Gipuzkoa en los últimos años desbordó los recursos disponibles. En la actualidad, «gran parte de los problemas estructurales que padecíamos se han solventado».
El problema se acentuó al tener que atender a un grupo de chavales muy conflictivos y que hacían imposible la convivencia en los pisos tutelados donde se alojaban con otros menores. La Diputación tomó la decisión de destinar el centro de Deba exclusivamente a la atención de estos jóvenes.
Una de las críticas más contundentes del informe del Ararteko se refería al aislamiento y la escasa formación que se impartía a los menores en este centro.
La diputada justificó que cuando se presentan graves problemas de conducta «se exige al menos en una primera fase un entorno de aislamiento y una dinámica volcada hacia el interior. Por eso mismo, se tomó la decisión, al amparo del Decreto 131/2008, de ubicar el centro alejado de un núcleo poblacional, en un entorno aislado y limitar al máximo el uso de recursos externos al centro, incluyendo los educativos». Etxaniz explicó que este mismo planteamiento «lo observamos en el resto del Estado. Nos reafirmamos en lo correcto del planteamiento».
La diputada indicó que la conflictividad ha sido elevada, pero añadió que la situación está cambiando. «Las instalaciones han sufrido un fuerte desgaste, llegando incluso a generar dudas sobre su habitabilidad, cuestión recogida en el escrito de la Fiscalía.
La diputada señaló que se ha llegado a esta situación como consecuencia de que se generó un incendio. Además, la rotura voluntaria de puertas y muebles ha sido constante. «En ocasiones, se han producido destrozos para poder luego argumentar las dificultades en las que se encontraban, como romper la caldera para a continuación denunciar la falta de agua caliente».
A día de hoy, indicó Maite Etxaniz, «podemos decir que se ha avanzado, pese a las enormes dificultades. En los dos últimos meses siete menores han sido asignados a otros centros, debido a que han modificado su conducta».

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