El presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Juan José Imbroda, resaltó anteayer el carácter multicultural de la ciudad autónoma y la convivencia entre las diferentes religiones que viven en ella, como modelo a exportar a otras sociedades del mundo y a la disputada Jerusalén.

«Somos melillenses y venimos de una tierra en la que afortunadamente (la multiculturalidad) es lo habitual, que exporta ya al mundo entero convivencia, tolerancia y respeto», dijo Imbroda en un acto público en la Casa de Melilla en Jerusalén, informa EFE. «Cuando hay tres religiones – subrayó – , no hay más camino que el de la convivencia».

Se trata de la segunda visita a Jerusalén del presidente melillense, que iba acompañado de una nutrida representación de su equipo de Gobierno, entre ellos el vicepresidente segundo, Abdelmalik El Barkani, y la consejera de Cultura, Simi Chocrón.

«He venido con gente de mi Gobierno que ya ves que representa a las tres religiones», ejemplificó el también alcalde en declaraciones a Efe, al referirse a El Barkani, musulmán, y a Chocrón, judía.

Dándose un baño de multitudes, el presidente autonómico aseguró a las cerca de doscientas personas que le recibieron en el Heijal Wohl (Palacio Wohl) de Jerusalén que «los melillenses que os fuisteis os convertisteis en buenos embajadores de Melilla».

En Israel residen unos cinco mil melillenses, entre ellos algunos que emigraron en la década de los cincuenta pero que aún mantienen estrechos vínculos con la ciudad. «Los melillenses somos más melancólicos que los gallegos», consideró Imbroda, que dijo sentirse «en su casa» entre todos los que acudieron a verle.

Y la nostalgia no tardó en aflorar cuando un ex vecino de la ciudad tomó el micrófono y, en una casi parodia de su vida, se identificó como «hermano del agente 007, el agente secreto Saadia el Guardia», arrancando sonadas carcajadas del público.

«Saadia el Guardia, que no tuvo la sabiduría ni para poner una sola multa en 40 años de servicio en la Policía Municipal», reveló el espontáneo, ahora residente en la ciudad de Dimona (desierto del Neguev), donde viven cientos de ex melillenses.

El alcalde de esa ciudad, Meir Cohen, invitado al acto, instó a Imbroda a firmar un pacto de hermandad entre los dos municipios para alentar «el conocimiento entre israelíes y españoles».

El acto, de unas tres horas, contó también con la presencia del cónsul general de España en Jerusalén, Ramón Ansoain, que destacó su especial relación con la ciudad norteafricana de su época como cónsul en Nador.