Vitoria. El corazón de la ciudad se ha convertido, con el paso de los años, en la zona más necesitada de Vitoria. Sólo en el centro, Cáritas realiza el 20% de sus actuaciones sociales.

Según los datos presentados por el organismo oficial de la Diócesis de Vitoria, el apoyo económico aportado, tanto a familias como a personas individuales, en proceso de inserción de la zona centro, ha descendido en más de 5.000 euros en los primeros meses de este año.

Pero, ¡atención!, el dato engaña. “Es un error pensar que ha ido a mejor, porque lo que ha ocurrido es que lleva un tiempo dándose un proceso de movilidad”, aseguran desde Cáritas. Uno de los colectivos en situación de marginación habitual en el centro de Vitoria es el de los inmigrantes. Varón y con una edad comprendida entre los 35 y los 40 años es el perfil más habitual.

Precisamente, parte de este colectivo se ha visto obligado abandonar el ensanche de la ciudad, para reubicarse en los barrios de Zaramaga y Judimendi porque “el acceso a la vivienda es mucho más fácil”. A pesar de que este movimiento ha reducido el gasto económico, en lo que va de año, Cáritas ha realizado 925 de las casi 7.000 actuaciones sólo en el centro de la capital alavesa.

De los apoyos desarrollados en el eje de la ciudad, más de cien se han hecho como aportación económica. Estos apoyos monetarios se otorgan cuando no hay más recursos sociales, para dar respuesta a necesidades básicas e inmediatas.

El número de las intervenciones ha presentado una subida espectacular en estos últimos meses. “Hemos pasado de hacer 50 acciones al mes, a 150, que son las que ejecutamos en la actualidad. Aunque ahora la cifra se ha estabilizado”, afirma Ramón Ibeas, secretario general de Cáritas.

Uno de los colectivos que habitualmente se ve obligado a recurrir a este tipo de ayuda es el de las mujeres. Acuden tanto inmigrantes con dificultades económicas y de inserción social, como mujeres mayores, “que han sacado a su familia adelante y tienen un analfabetismo funcional”, sostiene el secretario general de Cáritas.

Desgraciadamente, no son las únicas. Muchas personas mayores del centro de la ciudad se encuentran en situación de grave necesidad. “Hay bastantes ancianos que viven solos en un piso sin ascensor y necesitan ayuda”, comenta Ibeas. Como se observa, distintos son los sectores de población a los que asisten que, forzados por su precaria situación económica, acuden en busca de una ayuda urgente.

Por ello, Cáritas se ha reforzado de cara a mejorar su servicio solidario. El local ubicado en la parroquia de Desamparados, ha cambiado de función. A partir de ahora, seguirá siendo la sede central, pero además servirá para celebrar charlas del servicio de mayores e iniciativas de animación.

Pero no significa que el centro de acogida, ubicado hasta hace poco haya desaparecido. Se ha trasladado y ha mejorado su servicio.

acogida en san vicente En este sentido, Cáritas inauguró ayer en la parroquia de San Vicente su nuevo despacho de acogida. Desde la institución se muestran muy satisfechos con el cambio. “Se nos ha quedado pequeño el centro de Desamparados. En el pórtico hemos logrado darle a un espacio propio, como es la iglesia, un uso colectivo”, cuenta Ibeas. En la provincia, existen once centros de este tipo, uno de los cuales está atendido por personal voluntario. Por desgracia, tanto los centros de acogida como los programas de Cáritas no dan abasto para echar una mano a quien reclama ayuda urgente.