SOS Racismo exigió ayer a la Diputación de Gipuzkoa que ponga en marcha un «cambio radical de la política seguida en el centro de menores de Deba». La asociación se hizo eco de la indicación que ha hecho llegar la Fiscalía a la institución foral para que aplique cambios sustanciales en el modelo de gestión del centro. En su opinión, la dirección de Infancia de la Diputación «no puede seguir negando las evidencias» después de los pronunciamientos de la Fiscalía y del Ararteko.

SOS Racismo considera que el cambio de política que solicita «ha de hacerse ya» porque «toda dilación seguirá deteriorando aún más la situación de lo menores, niños y niñas, a quienes la dirección de Infancia aplica esta política de castigo». Para la asociación, la forma de hacer las cosas de la Diputación «ha roto las trayectorias y las posibilidades de salir adelante» de decenas de menores. «Llamamos a actuar con la diligencia debida para evitar que otros niños y niñas tutelados, que a día de hoy necesitan que la dirección de Infancia respete sus derechos, puedan resultar en un deterioro aún mayor de sus vidas».
SOS Racismo hace además otro llamamiento a Infancia para que «no dilate con argucias jurídicas esta situación y acepte la colaboración que venimos prestando los diversos agentes sociales. De no ser así advierte la asociación su actuación supondrá un descrédito para el conjunto de la institución foral, que viene aportando cuantiosos recursos para esta tarea, y un despilfarro de las capacidades existentes en nuestra sociedad».
La Diputación ha presentado una denuncia contra una militante de SOS Racismo por incitar al abandono del hogar a los menores de Deba a los que acompañó a denunciar malos tratos de sus cuidadores a la Fiscalía