juanjo gómez director del proyecto niños de la calle en porto novo (Benin)

"La ayuda española en África se destina a países que interesan políticamente porque hay inmigración y pesca"

Son los esclavos del siglo XXI. Niños con los que se trafica, vendidos, explotados... Trabaja en su futuro con el apoyo de la congregación salesiana y de la ONG Jóvenes y Desarrollo. Su proyecto ha rescatado de la calle a 4.000 chavales en los 14 años de lucha contra la pobreza y la falta de dignidad

Diario de Noticias, 29-10-2009

pamplona. Su relación con Navarra viene del apoyo del Gobierno foral a su proyecto, del hermanamiento que el colegio salesiano en Pamplona tiene con Benin, y de compartir esta dura realidad del África subsahariana con el fotógrafo Iñaki Vergara, que ayer inauguró una exposición en la Casa de Cultura de Barañáin, acompañado por Mikel Razkin, autor de libro Benin, niños de la calle. Más de 4.000 chavales cuya vida no vale “nada” han tenido un futuro a la calle gracias a una gran estructura de solidaridad creada, aunque no suficiente. Unicef en el 2007 identificó más de 40.000 niños de la calle: “Hay una gran cantidad de chavales que no encuentran una respuesta en un centro de acogida”.

¿Qué diferencia a los niños de la calle africanos de los que vemos en grandes ciudades suramericanas más duras como las de Brasil?

En América el problema de estos niños es la droga, el pegamento y que se asocian en cuadrillas. Aquí son chavales más individuales pero, por el contrario, son más agresivos, violentos y mucho más encerrados en sí mismos. Es muy difícil entrar en sus vidas y que te cuenten verdaderamente su historia. Y sin llegar a conocer su vida no puedes ayudarles a salir de esa situación y darles la dignidad que se merecen.

Niños alejados de sus familias por distintas razones, poligamia, superstición, maltrato, pobreza…

También hay niños secuestrados, niños que han sido cedidos a otra familia para darles un futuro mejor. Es el éxodo rural a la ciudad. Yo te cedo mi hijo para que se quede en la ciudad y se le de la oportunidad de ir a la escuela o aprender un oficio y, a cambio de eso, cuando vengan de la escuela, que hagan un pequeño trabajo en casa. Es una práctica antigua pero ahora se comprueba cómo en realidad ni van a la escuela ni a aprender un oficio sino que se quedan en las casas totalmente explotados. O esa misma familia que lo ha acogido lo cede a otra para que trabaje. Es muy común en toda la zona francófona subsahariana. Son chicos y chicas entre 6 a 16 años.

¿Qué problemas acarrea la poligamia en relación con la infancia?

Se trata de un padre que tiene varias madres, pero luego entra la envidia y el enfrentamiento entre mujeres que quieren que su hijo y no el de otra sea el preferido del hombre. Se producen casos de envenenamiento y muerte inesperada de niños, cuando no el abandono.

¿Y son las propias madres las que los abandonan…?

Y las que venden a sus hijos, padres y madres. Otras veces los secuestran, viene alguien con el coche y se los llevan del poblado. Normalmente van a parar a la ciudad para la explotación en trabajos de talleres de construcción, descargando camiones en el mercado, en las minas de Nigeria, Costa de Marfil y en el Congo, en canteras, y en las explotaciones de algodón y cacao. Se llaman esclavos del siglo XXI. Y es una realidad muy dura porque deberíamos dar una respuesta.

¿Cómo se aborda a estos niños para que tengan nuevas oportunidades?

Trabajamos en la calle, en el mercado de Dantokpa, Duando y de Zongo, en Cotonou y Porto Novo, que son las dos grandes ciudades. Aprovechamos cuando estos chavales se encuentran allí trabajando en pequeñas labores de carga y descarga de camiones, transporte de mercancías, reparación de sillas o mesas, o robando para comer o para vestirse, también se ofrecen en los videoclubes para imágenes de abuso sexual. En el mercado tenemos varios puntos de encuentro que están funcionando 24 horas los 365 días. Los chavales lo conocen y cuando se encuentran en peligro o necesitan ser escuchados acuden a los centros de acogida. Trabajamos en coordinación con las salesianas y con otras ONG.

¿Muchos quizás no querrán volver con su familia?

Somos tres salesianos dedicados a esto, 27 monitores nativos asalariados y seis voluntarios. Hacemos paseos por los mercados, los identificamos y hay dos trabajadores sociales que buscan a la familia para verificar lo que el chaval está contando y, si es posible, trabajamos como mediadores para que el chaval vuelva al pueblo o a su familia. Si no es posible la reconciliación con la familia, es seguido dentro del medio abierto hasta que se ve la posibilidad de orientarlo a un centro de acogida que puede ser el nuestro u otro. Tenemos 183 chavales entre los centros de acogida, de orientación y formación. De la acogida pasa a la orientación y de ahí a la formación.

¿Qué futuro tienen esos niños?

La orientación hacia la escuela o hacia el aprendizaje de un oficio. Todo este proceso nos lleva a tener actualmente seis universitarios y chavales que han terminado su formación y se les ha instalado en pequeños talleres y que han venido al centro a ofrecerse a acoger a chicos para enseñarles mi oficio. Hay muchos pero seleccionamos a quién enviamos…

¿Qué le enseña la calle a un niño?

Encuentra la libertad que no ha tenido nunca en su vida porque se vive un sistema muy represivo. En la familia se paga, en la escuela también, en la calle… Un chaval no es nada. Es una sociedad contraria a la nuestra. En la calle encuentra la libertad, dinero fácil porque con pequeños trabajos puede tener algo de dinero… Vive más el presente que el futuro.

¿El problema se acentúa?

Aunque el Gobierno central diga que la cooperación no se está viendo afectada, sí lo está, y las ayudas de administraciones se reducen porque hay otras necesidades preferentemente locales. En Benin hay cada vez más diferencia entre la zona rural y las ciudades, y hay más niños de la calle. La comunidad europea tiene un estudio hecho sobre las causas estructurales de la trata de niños.

¿Y cuál es la raíz del problema?

Estamos trabajando con niños que han sido llevados al Congo, a Costa de Marfil, a Nigeria, vendidos por sus padres para que los exploten en trabajos. Está el analfabetismo y la falta de un futuro dentro de estos pueblos. Y otras causas de la pobreza como el hecho de que la escuela no tenga medios porque un profesor malpagado atiende a 60 niños, sin medios, sin motivación.

¿Estamos anestesiados y creemos que no hay solución, que son países pobres y corruptos?

Lo primero que hay que hacer es desvincular política y cooperación. Desde el Ministerio de cooperación española se afirma que tienen un plan para África, pero no es real. Un día le dije a la vicepresidenta que no hay verdadera cooperación si median intereses políticos. Si miras los países que se han marcado como prioritarios son aquellos donde hay pesca o inmigración. Quieren frenar la inmigración y tener acuerdos con pesca, y es donde están apoyando con dinero. Marruecos, Senegal, Malí, Guinea Ecuatorial… Luego las comunidades autónomas, la mayoría, se fijan en ese criterio para priorizar su ayuda. Por ejemplo, Benin nunca existe para la cooperación española como país preferente. Sólo para el Gobierno del País Vasco, Valencia y Cantabria. Navarra también nos ha ayudado mucho en la construcción de edificios de formación y en programas de trabajos con menores.

¿No hay pobreza a eliminar sino un continente que seguir explotando o controlando?

Se está mandando miles de millones a países que son corruptos y de regímenes dictatoriales y no se está ayudando a democracias dignas que están intentando salir de su situación porque no interesa su situación política sino económica. También ocurre con otros países no sólo España. Yo creo que tendríamos que ser más inteligentes y saber a quién damos el dinero y porqué lo damos. Para no concluir que los resultados son los mismos o peores. No hay más que ver en qué países se han abierto embajadas de España como por ejemplo en Mali; se invierten 30 millones anuales sin saber qué hacer. La Unión Europea está más presente en África con un trabajo de investigación, especializado, apoyando proyectos que realmente existen.

¿La colonización continúa?

Cambias el país por una multinacional pero la colonización sigue existiendo. Hay que ser también críticos con estos países. Ya no son colonias, son africanos, nativos los que están gobernando pero son corruptos y hay dictaduras, y habría que preguntarse cómo purificar esos gobiernos para que sean más honestos, pero ahí juegan muchos intereses. Toda multinacional o país lo que quiere es tener facilidades…. China es ahora misma la potencia económica más fuerte en África, está haciéndose con todos los proyectos de construcción, de infraestructuras, mercados…

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)