21 detenidos en un nuevo golpe a la prostitución china en BCN

El Periodico, 29-10-2009

Nuevo golpe a la prostitución china en Barcelona. Por segunda vez este año, las peluquerías chinas que sirven de tapadera para el sexo de pago han sido objetivo de un gran dispositivo policial, bautizado como operación Permanente 2. En esta redada han intervenido la Guardia Urbana, el Cuerpo Nacional de Policía, los Mossos y la Inspección de Trabajo. El operativo se hizo a partir de las 18.30 horas en seis locales en los que se sospechaba que los clientes, si pagaban un extra, tenían derecho a servicios sexuales como el final feliz: sexo oral tras un masaje. Se identificaron a 47 personas, 17 de ellas fueron trasladadas a dependencias policiales por incumplir la ley de extranjería y otras cuatro fueron detenidas por un presunto delito contra los derechos de los trabajadores.
La operación policial, para la que se convocó a los medios de comunicación, tenía varios objetivos. Primero, determinar si en esos establecimientos, que tienen licencia de peluquería, se llevaban a cabo actividades no contempladas en esa autorización comercial, tales como los masajes o el sexo de pago. De eso se encargaba la Unidad de Policía Administrativa y Seguridad (UPAS) de la Guardia Urbana.
Paralelamente, los agentes de la Unidad contra Redes de Inmigración y Falsificación Documental (Ucrif) del Cuerpo Nacional de Policía, determinaban si las mujeres que ejercían en los locales tenían permiso de residencia. Además, los funcionarios de la Inspección de Trabajo examinaban las condiciones laborales y también de seguridad que existían en el local.

SEGUIR TRABAJANDO / Uno de los establecimientos registrados fue una peluquería china situada en la calle de Roger de Flor, de donde los agentes se llevaron detenidas a cinco personas. Los funcionarios revisaron las cabinas donde, presuntamente, las chicas ofrecían los servicios sexuales. El lugar presentaba un aspecto decrépito y estaba en condiciones poco higiénicas, según comentó una joven que había acudido al lugar a hacerse las uñas y que fue sorprendida por la operación.
Eso sí, como suele ocurrir cuando las fuerzas del orden irrumpen en un local regentado por ciudadanos de origen chino, aquellos que estaban trabajando continuaron con su tarea. Así lo hizo un peluquero que, después de identificarse, reanudó el corte de pelo que estaba realizando a un cliente.
Quienes lo pasaron peor fueron dos usuarios que fueron sorprendidos en las salas de masaje y que, aunque no se encontraban en el acto sexual, vieron incómodos como irrumpían los agentes y como, al salir, se encontraban con decenas de periodistas. Para ocultar sus identidades, salieron de los establecimientos cubriéndose la cara con sus chaquetas. Uno de ellos, al tener la cara tapada, no vio la cinta policial que acordonaba la zona y se enganchó el cuello con la misma, estando a punto de caer de bruces contra la acera bajo una veintena de flases.

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