Madrid

La tendencia se confirma. Cada vez son menos los inmigrantes irregulares que llegan a España. Tanto, que las expectativas de Frontex, la agencia europea encargada de coordinar las fronteras exteriores de la UE, se han quedado cortas. En lo que va de año, se calcula que han llegado 7.000 irregulares, menos de la mitad de los 17.000 que lo hicieron en el mismo periodo de 2008.

Los datos los dio ayer Gil Arias Fernández, director adjunto ejecutivo de Frontex, quien, pese a insistir en que se trata de aproximaciones, confirmó que la tendencia es general en toda la UE. Según la agencia, tanto los cruces ilegales de frontera como las denegaciones de acceso han descendido un 20% en Europa.

España es uno de los tres países, junto con Italia y Grecia, que concentra más del 90% de las entradas ilegales, por lo que es normal que el descenso también se note más, especialmente al atender a las fronteras marítimas: frente a las 11.000 entradas de los nueve primeros meses de 2008, se calcula que, hasta hoy, han alcanzado las costas españolas 5.000 inmigrantes irregulares.

71% menos en Canarias

El caso de Canarias es especialmente llamativo. Ha llegado un 71% menos de inmigrantes. Los 2.900 contabilizados hasta ahora – los datos de Frontex para las islas son exactos – , están muy lejos de los 7.900 que llegaron en 2008. Y una de las primeras consecuencias es que, por primera vez, se ha impedido la salida de Mauritania y Senegal de más inmigrantes (2.360) de los que han llegado (2.282), aunque han vuelto a llegar pateras.

Arias destacó que, en lo que va de año, sólo se ha detectado la salida de dos cayucos desde Senegal. Pero también reconoció que se están generando «bolsas» de población que no llegan a otros países de la UE, por lo que se teme que tarde o temprano lo intenten de nuevo. De hecho, explicó que ya se han detectado algunos viajes desde Gambia.

Como consecuencia, la costa levantina ha pasado a ser el principal punto de entrada de irregulares. Arias no facilitó números brutos, pero estimó un «ligero incremento» en esta zona. A la vez, se calcula que en 2008 se denegó el paso a 400.000 personas en Ceuta y Melilla.

Finalmente, el responsable de Frontex llamó la atención sobre un dato paradójico: el descenso de los irregulares detectados en el interior del país. En su opinión, el aumento del paro debería hacer crecer su número, pues muchos pierden sus permisos de residencia. Sin embargo, los datos que han recogido hasta ahora no dicen lo mismo, ante lo que Arias quiso mostrar su estupor.