La BBC prende la polémica al invitar a un debate a un líder de ultraderecha

El Correo, ÍÑIGO GURRUCHAGA, 24-10-2009

Nick Griffin, líder del Partido Nacional Británico (BNP), denunció ayer el sesgo de la televisión pública, BBC, y pidió ser invitado de nuevo a uno de sus programas políticos con más audiencia, ‘Question Time’, en el que participó por primera vez en la noche del jueves, con disturbios callejeros ante su sede y el telón de fondo de una polémica nacional. ‘Question Time’ (‘Tiempo de preguntas’) era el programa estrella de la política británica cuando las cámaras no podían filmar los debates en los Comunes. Desde que las sesiones son televisadas – incluso por un canal parlamentario que se ofrece a suscriptores de cable o satélite – ha perdido parte de su vigencia. Pero el formato es el mismo.

Un panel formado por políticos de los tres principales partidos, con algún invitado adicional del mundo de la cultura, de la economía o de la vida social, comparece ante una audiencia, en diferentes ciudades del país, y responde a sus preguntas. Se desarrolla un breve debate en torno a las respuestas entre políticos y público.

La BBC anunció hace unas semanas que iba a contar con el líder del BNP. El director de la radiotelevisión pública, Mark Thompson, justificó la decisión con el argumento de que el partido es legal y ha superado el umbral electoral que hace inevitable la invitación. La medida causó polémica porque el BNP es visto como un partido fascista.

Sus estatutos restringen la afiliación a «indígenas caucasianos», mantiene relaciones con grupos racistas y fascistas de Europa y EE UU, se le considera promotor de disturbios, es ambiguo en torno a Hitler o el holocausto. Y su líder, Griffin, ha argumentado que el partido debe camuflar algunas creencias para ganar votos.

Tras las elecciones municipales de 2008, tiene entre 50 y 60 concejales y el propio Griffin fue elegido eurodiputado, junto a uno de sus colegas, en los últimos comicios europeos. Aunque en esta cita llegó a tener el 9% del voto – en el contexto de una alta abstención – y en las municipales ha rondado el 20% en algunos distritos, el sistema mayoritario hace imposible que tenga diputados.

La BBC ha sido criticada por buscar el aumento de audiencias con su invitación a Griffin. Si ésa era la intención, el resultado fue un éxito. Porque ocho millones de espectadores se sentaron ante los televisores en la noche del jueves para ver un programa en el que el panel incluía a Jack Straw, ministro de Justicia del Gobierno laborista.

Audiencia hostil

El líder ultra denunció ayer con exactitud que la BBC alteró el formato del programa. En su versión habitual, los políticos han de responder a preguntas sobre asuntos variados de la actualidad que ellos no conocen y que los productores eligen entre las sugeridas por la audiencia. En la versión del jueves, casi todas las preguntas fueron sobre el BNP.

Una audiencia abrumadoramente hostil a Griffin criticó sus políticas y a su partido, llegando en algunos casos al insulto personal. Un miembro de la audiencia hizo un juego de palabras con el nombre de pila de Griffin, Nick, al que llamó ‘dick’, pene. Los productores del programa, que se transmite en diferido, no censuraron esa referencia.

Los únicos aplausos para el invitado procedieron de un sector de la audiencia que simpatizó con su afirmación de que la religión musulmana es ajena a los británicos por tratar a las mujeres como seres de segunda clase, justificar la violación y no respetar la democracia. Los islámicos, dijo Griffin, deben aceptar la tradición británica y cristiana.

Panelistas y audiencia se turnaron en denunciar que los británicos condenan al BNP. Políticos e invitados consideraron finalmente que el programa había servido como escrutinio de Griffin y el BNP. El líder fascista se quejó del sesgo de la BBC – «una institución ultraizquierdista absolutamente desagradable» – y pidió que le inviten de nuevo.

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