El líder ultranacionalista británico denuncia su «linchamiento» en la BBC

El Mundo, DANIEL POSTICO / ESPECIAL PARA EL MUNDO, 24-10-2009

El partido de Nick Griffin recluta a 3.000 afiliados tras la emisión del debate Londres


El líder ultranacionalista Nick Griffin denunció ayer haber sido «linchado» durante su participación en el programa Question Time de la BBC, el jueves por la noche, y pidió que se repitiera el programa. Solicitó además que se celebrara fuera de Londres, ya que la capital ha sido «limpiada étnicamente» y «ya no es una ciudad británica».


Aunque el resto de los partidos políticos habían pedido a la cadena pública que vetara la presencia del polémico líder del Partido Nacional Británico (BNP), la BBC lo mantuvo «por respeto a la libertad de expresión». Cientos de personas se concentraron ante las instalaciones de la televisión con pancartas antinazis, en una manifestación que terminó con seis detenidos y tres policías heridos. Griffin llegó escoltado y en medio de fuertes medidas de seguridad. Entró en los estudios entre abucheos e insultos. Por el camino acusó a los laboristas de haber fletado autobuses para las protestas.


El controvertido eurodiputado había volado esa mañana de Estrasburgo a Londres y había preparado la reunión en un lugar secreto. Hace tiempo que su partido teme por la integridad física de su líder.


En el plató se encontró con un público hostil y unos tertulianos que le miraban con ira. El moderador le recibió recordándole sus frases más polémicas, como que el Holocausto no existió, que tal vez Hitler había ido un poco lejos, que Gran Bretaña debería ser 99% blanca, que el islam era una religión malvada y salvaje… Griffin moderó su discurso y rectificó algunas afirmaciones. Negó, por ejemplo, ser un nazi y sorprendió al declarar que «el color de la piel es irrelevante».


De lo que no se retractó fue de sus críticas al islam por discriminar a las mujeres. «Si los musulmanes permanecen aquí, deben tener en cuenta que este es un país británico y cristiano, basado en valores democráticos y no en el Corán». Tampoco retiró la denuncia de que «los últimos gobiernos británicos han realizado un calculado genocidio contra los aborígenes de la isla», o sea «contra los ingleses escoceses, irlandeses y galeses, que han vivido aquí en los últimos 17.000 años».


Todas las miradas se clavaban en Griffin. Se mostraba nervioso, le temblaban los labios, se protegía bajo una sonrisa artificial. Aguantaba el chaparrón como podía. «Si tanto te gusta el blanco, ¿por qué no te vas al Polo Sur?», le espetó un miembro del público. Mientras, él soltaba perlas como que «si viviera Churchill, sería del BNP», o que un antiguo líder del Ku Klux Klan «no era casi violento».


Al final, como era de esperar, el programa logró una audiencia de ocho millones de espectadores, cuatro veces más de lo habitual. Y, mientras a la mañana siguiente (ayer) todos los medios hablaban del fracaso de Griffin, el BNP sorprendía al proclamar «la mejor noche de reclutamiento en toda la historia del partido». Más de 3.000 personas se afiliaron tras el debate, lo que significa un 30% más de militantes.


En una entrevista para el Evening Standard, el líder ultraderechista francés Jean Marie Le Pen, recordaba que él pasó «de ser un pez pequeño a uno grande», tras participar en un programa similar de la televisión francesa en 1984.


Lo cierto es que Griffin ha aparecido en todas las portadas de diarios y televisiones nacionales durante los últimos días. Tal vez por esto, ayer, a la vez que denunciaba «linchamiento», pedía que se repitiera el programa.

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