LA participación del líder ultraderechista británico, Nick Griffin, en la BBC ha desatado una agria controversia. Miles de ciudadanos han protestado por que la televisión pública del Reino Unido haya dado cabida a sus comentarios homófobos y racistas en un espacio similar al Tengo una pregunta para usted de TVE. Estamos ante una polémica que se repite en todos los países libres con periodicidad, a propósito de la licitud de que los medios recojamos los argumentos de quienes atacan principios y valores democráticos. Pues bien, sin duda nos parece intachable la actuación de la BBC, porque la democracia se fortalece justamente cuando existen los cauces para que la libertad de expresión se pueda ejercitar y no es mera retórica, por más repudiables que sean comentarios como los de Griffin.