Una joven de EEUU se retracta tras denunciar tortura racista

El Mundo, RICARD GONZÁLEZ / ESPECIAL PARA EL MUNDO, 24-10-2009

Washington


Fiscales y jueces suelen poner en tela de juicio los cambios en la confesión de cualquier preso convicto, pero no es habitual que manifiesten la misma incredulidad cuando es la víctima la que modifica su versión de los hechos meses después del juicio.


Esto es lo que le ha sucedido a Megan Williams, una joven afroamericana cuyo caso, con connotación racial incluida, horrorizó al país en 2007. Según explicó Williams, y el tribunal consideró probado en el juicio, fue violada y torturada en una cabaña de Virginia Occidental por su ex novio, y su familia, de raza blanca, que se habían vengado de ella por poner fin a su relación amorosa. Todos ellos confesaron sus crímenes y se declararon culpables. De los siete procesados, seis se encuentran aún en la cárcel.


Sin embargo, Williams, dice ahora que se inventó la historia. «Se retracta de todo el incidente. Dice que no sucedió y está asustada», declaró en una rueda de prensa su abogado, Byron Potts. La razón por la que se habría inventado toda la historia era para vengarse de su novio por haberle golpeado.


Así pues, excepto uno de los moratones que tenía cuando la encontró la policía, el resto de las heridas asegura habérselas infligido ella misma, como los cortes en las piernas. Según su actual versión, tampoco es verdad que la violaran de forma sistemática, y que la obligaran a tragarse su propia orina y excrementos.


De momento, la policía no da crédito a sus palabras, ya que su primera declaración se vio confirmada no sólo por las pruebas forenses, sino por las propias confesiones de los procesados en interrogatorios separados. Según parece, la joven puede padecer trastornos mentales.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)