El equipo afeó a la Guardia Urbana que «proteja a extranjeros» Barcelona

El árbitro del partido de fútbol de Tercera Regional disputado en enero entre el Bada Bing y el Rosario Central confirmó ayer tanto que fueron los jugadores del primer equipo los que empezaron las agresiones contra sus adversarios como que les profirieron insultos racistas.

Futbolistas del Bada Bing, que se enfrentan a penas de entre dos y seis años de cárcel, reprobaron durante la reyerta a la Guardia Urbana que protegiera a «los extranjeros» del Rosario y añadieron que «esto no pasaría si Franco levantara la cabeza». Así lo expresó ayer, durante una nueva sesión del juicio, uno de los agentes de la policía local barcelonesa que se desplazaron hasta el campo de fútbol Menorca, en el distrito Sant Martí de Barcelona.

Dos de los agentes declararon que, una vez en el interior del vestuario del Bada Bing, los jugadores les criticaron por haber tratado de evitar un nuevo enfrentamiento y defender a «extranjeros y no a los españoles». Los dos agentes de la Guardia Urbana, que fueron al estadio a «intentar restablecer el orden» sin que realizaran ninguna detención, argumentaron que su intención era «no caldear más los ánimos».

El árbitro de Tercera Regional, Tomás Aquino, de nacionalidad peruana, certificó que en el estadio se escucharon insultos como Machu Pichu y sudaca de mierda, sin precisar de dónde procedían. El colegiado aseguró sin titubear que fueron los jugadores del Bada Bing los que empezaron a insultar y a agredir a sus oponentes.

Los inculpados están acusados de haber agredido e insultado a los miembros del Rosario Central por motivos racistas, ya que los jugadores son de origen latinoamericano. Durante las sesiones anteriores del juicio, varios testigos aseguraron haber sido víctimas de insultos racistas y de amenazas.