Provocan un incendio en una lonja abandonada de Pasai San Pedro

Diario Vasco, 20-10-2009

DV. Un incendio declarado a primeras horas de la mañana de ayer en uno de los pabellones industriales en desuso de Velasco, en Pasai San Pedro, obligaba a cerrar durante casi dos horas el acceso por carretera a este distrito. A pesar de que en un primer momento se pensó que el fuego podía haberse originado como consecuencia de una fogata encendida para calentarse por los indigentes que pernoctan en la lonja, la Guardia Municipal de Pasaia ha señalado aDV que éste fue provocado.

Al parecer, los tres inmigrantes de origen magrebí que ese momento se hallaban en la nave, situada en el número 50 de la calle Esnabide y que pronto será derribada, habían mantenido una fuerte discusión y uno ellos decidió incendiar el inmueble.

Los hechos ocurrían minutos después de las ocho y media de la mañana y precisaban de la intervención de efectivos de la Ertzaintza, la Policía Local y hasta cuatro vehículos de bomberos, que una hora y media después conseguían apagar las llamas.

Afortunadamente, no se registraron heridos ni daños en los edificios de viviendas colindantes. El fuego sólo afectó a los enseres acumulados por los ‘sin techo’, según han informado los bomberos de San Sebastián. Tampoco se llevaron a cabo detenciones.

Molestos e indignados

Decenas de vecinos de la zona se acercaban hasta el lugar del suceso preocupados por lo ocurrido, pero, sobre todo, indignados.

Mientras contemplaban cómo los indigentes acomodaban las pertenencias que se habían salvado del fuego en otra de las lonjas, protestaban por la situación de ‘inseguridad’ que dicen sufrir desde hace más de un año.

«Vivimos amenazados por esa gente», aseguraba un sanpedrotarra. «Lo peor es que todo el mundo sabe lo que ocurre aquí y nadie va a hacer nada hasta que nos den un navajazo o violen a alguna mujer», añadía.

Igual de enfadado se mostraba otro habitante de San Pedro, quien recordaba que en julio de 2008 una joven fue retenida en el interior de uno de los inmuebles y la intervención de la policía, alertada por los vecinos, evitó que fuera agredida sexualmente. «Da miedo pasar por aquí y más, de noche. Dicen que dentro incluso se ejerce la prostitución», comentaba.

Otros ciudadanos tampoco ocultaban su malestar y llamaban la atención sobre el peligro que supone el actual estado de los pabellones. A su juicio, «esto es un polvorín. No hay más que ver la cantidad de madera, colchones y demás desechos que hay dentro. A nada que cualquiera arroje un cigarro mal apagado, todo arderá como hoy. Decían que iban a demoler estas naves para construir casas y las obras llevan meses paradas», comentaban.

Fuentes de la constructora responsable de la nueva promoción de viviendas, Kaimendi, han explicado a este periódico que no pueden acometer el derribo de los edificios abandonados hasta que no se solucione el contencioso existente con el propietario de una de las lonjas.

«El Colegio de Arquitectos no nos da el permiso para echar abajo los demás pabellones, porque, al estar unos pegados a otros, podrían caerse todos. En los próximos días, pretendemos derribar cuantas naves nos sea posible», han asegurado.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)