'CASO PALOMINO' / Los protagonistas/ JOSUÉ ESTÉBANEZ El asesino condenado

Reservado entre los militares pero frío y feroz al salir del cuartel

El Mundo, LUIS F. DURÁN, 20-10-2009

El militar Josué Estébanez, de 26 años, vivía en Fuenlabrada y estaba destinado en el regimiento Inmemorial del Rey, con sede en el Acuartelamiento de Cavalcanti, en la carretera de Pozuelo de Alarcón. Allí estaba especializado en desfiles y participaba en numerosos actos de su cuartel. De carácter reservado y tranquilo, sus amigos y conocidos no le relacionaron nunca con ningún grupo nazi. Sus padres y su familia son del País Vasco, donde sus progenitores tienen varios negocios.


Realizó su carrera militar en Madrid y llevaba sólo un año destinado en el acuartelamiento de Pozuelo. En su trayectoria en el ejército no había tenido ningún contratiempo.


El asesino siempre negó que fuese de ideología neonazi y sostuvo que era un patriota en el sentido de sentirse español. Sin embargo, cuando salía de su trabajo llevaba la indumentaria que habitualmente lucían los skin. De hecho, en los fotogramas que posteriormente se han divulgado de él se le ve con el pelo rapado y zapatillas y en el juicio quedó acreditado que por su estética era afín a los grupos ultras.


Con todo, con sus compañeros suramericanos de cuartel mantenía un trato cordial y aseguraron que nunca pensaron que fuera un skin o que tuviese actitudes racistas. «Sabíamos que era de derechas, que tiraba para la derecha, pero nada más. No era ningún fanático, o al menos no lo dejaba traslucir», señaló un compañero de cuartel. «Cuando salía de aquí sí que se transformaba y era una persona fría y feroz que se juntaba con ultras», señaló otro conocido.


Estébanez no era un líder en su regimiento y tampoco llevaba la voz cantante en entre sus compañeros. Al contrario, señalaron que era de carácter introvertido y muy serio cuando estaba entre militares.


A lo largo del juicio Josué no dio muestras de arrepentimiento, lo que concuerda con su actitud impasible durante todas las sesiones, según recoge la sentencia. Con todo, en el último día de juicio tomó la palabra y dijo: «Me siento arrepentido. Yo no quería quitarle la vida a nadie. Me entró mucho miedo y no supe reaccionar. Lo siento mucho».

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)