Una noche de fin de semana pudo convertirse el pasado verano en tragedia. El 28 de junio fue arrestado S.G.M., un joven dominicano, que supuestamente había molestado a varios clientes de una céntrica discoteca de Vitoria e intentado agredir a dos agentes de la Ertzaintza. El detenido se enfrenta ahora a una petición de cuatro años de cárcel por parte de la Fiscalía Provincial de Vitoria por un presunto delito de atentado a agentes de la autoridad.
El supuesto enfrentamiento se produjo pasadas las tres y media de la madrugada cuando la patrulla se personó en un local de la calle General Álava tras tener noticia de un posible altercado. Al parecer, «había dos personas molestando a los clientes y esgrimiendo navajas», según relata el escrito del Ministerio Público. El portero de la discoteca señaló a los agentes a uno de los individuos, de 28 años, que reaccionó de modo «violento y chulesco» cuando los ertzainas vestidos de paisano procedieron a identificarse.
«Codazos muy fuertes»
Sus intentos de calmarle resultaron inútiles. «El acusado sacó una navaja de 12 centímetros de hoja y trató de agredir con ella» a uno de los efectivos, pero no lo logró. El cuchillo parece que sólo atravesó la pernera derecha del pantalón con una raja de 30 centímetros «sin llegar a causarle herida alguna», prosigue el documento del fiscal. Sin embargo, S.G.M. continuó con el forcejeo y, supuestamente, mientras los dos ertzainas trataban de inmovilizarle no paró de lanzarles «codazos muy fuertes» hasta que consiguió que cayeran al suelo, aunque poco después pudieron reducirle.
Ninguno de los agentes resultó herido de gravedad pero, al parecer, uno de ellos acabó con el reloj y dos pulseras rotas tras el forcejeo. La Fiscalía solicita ahora cuatro años de prisión para el joven, pero la condena deberá ser sustituida por la expulsión del imputado del país por hallarse en situación irregular.