Donostia. A pesar del empeño de la administración vasca por fomentar el alquiler como fórmula principal para acceder a una vivienda, únicamente el 5,3% de los hogares censados en la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) ha optado por ella. Así queda reflejado, al menos, en el último informe presentado por el Departamento que dirige Iñaki Arriola, en el que también se reconoce la “minoritaria presencia” que continúa teniendo el régimen del arrendamiento en los tres Territorios Históricos. Y es que se trata de un porcentaje inferior incluso al que representa el colectivo que reside en un inmueble de su propiedad gracias a una herencia o una donación, el 5,5%, tal y como queda recogido en la Encuesta de Necesidades y Demanda de Vivienda de 2008.

Una de las razones que los expertos aducen para explicar estos insignificantes índices es la elevada renta mensual que los inquilinos de viviendas del mercado libre deben abonar de media, casi mil euros en Gipuzkoa; unas cifras grotescas en comparación con las correspondientes al parque público que no superan los cuatrocientos euros.

Esta diferencia tan ostentosa ha empujado a la población inmigrante a consagrarse al servicio Bizigune, que facilita el acceso en régimen de alquiler a inmuebles de protección oficial. De hecho. “Su estructura de ingresos les hace optar con decisión por el régimen de alquiler”, describen desde el Departamento de Vivienda del Gobierno Vasco. Su interés es justo el contrario que demuestra la población vasca, que se decanta en un 78% por la VPO en propiedad y sólo en un 22% por la de alquiler, según datos de este mismo año.

Pese a ello, la población inmigrante ha aumentado este año su interés por la vivienda protegida en propiedad. Así, del total de adjudicatarios, el 19% se decanta hoy por una residencia en propiedad a través del Servicio Vasco de Vivienda, Etxebide sin descuidar el alquiler que sigue siendo la opción mayoritaria. “El alquiler es una alternativa cada vez mejor valorada. El camino es que también la población autóctona tienda, preferentemente hacia este modelo”, señalan desde el Departamento de Vivienda.

Y es que, el 81% de los adjudicatarios de origen extranjero que resultan beneficiados por los sorteos que regularmente reparten suerte por los municipios de Gipuzkoa, Álava y Bizkaia se decantan por el alquiler. La mentalidad de este colectivo es determinante, consideran desde el Gobierno Vasco, para presentar una participación tan elevada. “El alquiler es una buena solución, no sólo a corto plazo, para ellos”, apuntan.

siete de cada cien El último y de momento único informe que analiza la relación entre este colectivo y la vivienda de protección (año 2005) ya recogía que 5.136 personas de nacionalidad extranjera estaban inscritas en Etxebide como demandantes. Por ámbitos geográficos, en Gipuzkoa ascendían a 1.011 solicitantes frente a los 2.105 de Álava y los 2.020 residentes en Bizkaia.

“Tomando como referencia los últimos datos publicados en el padrón de 2005, se puede estimar que el 7% de la población extranjera empadronada en la CAV está inscrita en el Servicio Vasco de Vivienda”, concluía el documento elaborado en aquel entonces.

La cifra de inscritos publicada en esa encuesta duplicaba a la cifra computada un año antes, en 2004, cuando únicamente constaban en los registro de Etxebide la solicitud de 2.455 personas de origen extranjero. “Nuestra capacidad de atracción de este fenómeno va a ser muy importante para nuestro bienestar económico a largo plazo. Sus efectos sobre la vivienda, la demanda, son directos”, subrayaron fuentes del Departamento Vivienda del Ejecutivo vasco una vez conocidos estos datos.

Por su parte, la población vasca sigue optando mayoritariamente por la VPO en propiedad pese a que la crisis ha provocado un repunte del alquiler al pasar del 17% de 2008 al 22% anotado a mediados de este año.