Un tercio aproximadamente (31%) de los 12 millones de inmigrantes sin papeles que viven en EE.UU. tiene una cobertura de salud suministrada por su empleador, según estimaciones de un grupo de estudio  especializado en movimientos de población en el mundo.

Esa cifra puede desatar un debate en EE.UU., donde la oposición republicana acusa a los demócratas del presidente Barack Obama de proponer una cobertura de salud a los clandestinos en el marco de la reforma del seguro médico que se discute en el Congreso.

Los inmigrantes, con o sin papeles, suman 8 millones de personas en EE.UU., es decir, 12,5% de la población. Se dividen en tres grupos de 12 a 14 millones cada uno, según el informe del Instituto de Políticas Migratorias publicado esta semana: los ciudadanos naturalizados, los inmigrantes que tienen un estatus legal y los sin papeles.

Entre los 12 millones de indocumentados, que en su mayoría tienen trabajo, 3,2 millones de adultos y 460.000 niños tienen cobertura de salud suministrada por sus empleadores (grandes cadenas hoteleras, mataderos, etc.), según el informe. Otro 3% de los clandestinos tiene un seguro privado de salud.