El director general de Inmigración, Cooperación al Desarrollo y Voluntariado, Leopoldo Navarro, afirmó ayer que. en lo que respecta a la reforma de la Ley de Extranjería «se podría haber avanzado mucho más» porque, advirtió, «se quedará en una ley de poco calado, en un maquillaje de lo que existe actualmente». En declaraciones a Europa Press, Navarro dijo que esta reforma «no supone ni más ni menos que un reconocimiento del fracaso de la política de inmigración del Gobierno de Rodríguez Zapatero, porque se ha pasado del ‘papeles para todos’ del ex ministro Jesús Caldera a que hay que limitar al máximo los derechos de los inmigrantes». «Ni una cosa ni la otra», aseveró. En su opinión, la principal crítica que se le puede achacar a esta reforma es que «no resuelve los principales problemas que plantea la inmigración, que pasan por la inmigración ilegal, la integración de este colectivo y el desempleo de los mismos