Las conmemoraciones por el Día de la Hispanidad comienzan y terminan en Madrid.

La capital española es, desde el miércoles pasado, el epicentro de Vivamérica, un festival que en su tercer año de andadura tiene como hilo argumental el debate de las ideas. Un maratón para dar voz a los pensadores y creadores de Iberoamérica.

Son cinco días para descubrir la obra de la escritora brasileña Nélida Piñón, hablar de racismo, debatir sobre los tiempos de crisis, aprender sobre el oficio de hacer canciones o bailar a ritmo de bachata.

El punto de partida de Vivamérica, un evento que se celebra simultáneamente en la capital española, Cádiz, Bogotá y Santo Domingo, tuvo un acento colombiano. El de una eminencia de la medicina, Manuel Elkin Patarroyo, creador de la vacuna sintética contra la malaria. La suya fue una conferencia cargada de referencias a una trayectoria de treinta y cinco años que le ha permitido ganar reconocimientos como el Premio Príncipe de Asturias, y “dejarle calvo”, según contó.

En el anfiteatro de Casa de América, entidad encargada de la organización del festival, el científico anunció que espera presentar en el 2011 una nueva vacuna contra la enfermedad transmitida por el mosquito Anopheles gambiae, que permita una inmunización efectiva total o al menos en el 95 por ciento de los casos.

Ecuador estuvo representado por Nelsa Curbelo, quien en una charla compartió sus experiencias adquiridas en el trabajo con los jóvenes integrantes de las pandillas. Y, pese a las connotaciones que el 12 de Octubre tiene para los pueblos indígenas, 152 bailarines y 11 músicos ecuatorianos participarán l mañana en La Marcha, un desfile al que acudirán delegaciones de toda Latinoamérica. El invitado central será el músico argentino Fito Páez.

“Para nosotros, esta fecha no es una festividad sino un día de luto para conmemorar la resistencia indígena, pero actuamos con la intención de demostrar que Ecuador es una potencia cultural”, sostiene Édgar López, director del Ballet Quitus. En total, una decena de agrupaciones decidieron dejar atrás rivalidades para aunar esfuerzos y, “como en una minga”, crear una secuencia de 20 minutos de coreografías para un sanjuanito. Habrá incluso una auténtica banda de pueblo.

La Secretaría Nacional del Migrante (Senami) se encargó de contactar a las entidades y acompañar el proceso. Los integrantes no sobrepasan los 25 años. La más joven tiene 10. Bailarán juntos con un lema como bandera: “Ecuador: herencia de valores ancestrales, símbolo de resistencia cultural presente y futura. Allá y aquí”.