«¡Dadme todo el dinero que os mato!»

El Correo, AINHOA DE LAS HERAS, 10-10-2009

Un único individuo asaltó la noche del pasado miércoles una gasolinera situada en el límite entre Abanto y Ortuella. Lo hizo a cara descubierta y sin exhibir ningún tipo de arma, pero su sola presencia sirvió para intimidar a las dos empleadas que en ese momento atendían la estación de servicio, ubicada en el barrio de El Casal.

Ocurrió a las diez menos diez de la noche, cuando estaban a punto de bajar la persiana. El atraco había sido planificado con cierta antelación. Al menos, eso creen las dos trabajadoras, ya que el asaltante eligió la hora de cierre y esperó a que el bar de al lado también estuviera cerrado – «se acababan de marchar» – para irrumpir en la gasolinera.

«Entró en la tienda corriendo y gritando: ‘Dadme todo que os mato’», relata una de las víctimas, que se llevó un gran «susto». «Fue horrible», recuerda. El tipo, de etnia gitana, según las testigos, se acercó hasta la zona de las dependientes y empujó a una de ellas, que cayó al suelo sobre la otra. Cuando había logrado reducirlas, y sin pensarlo dos veces, cogió la caja registradora y la arrancó de cuajo.

Oleada de robos

El robo duró apenas unos segundos. El delincuente no se molestó en comprobar si había dinero, se llevó la caja en volandas y la lanzó al interior del coche, que después supieron era robado. Las chicas salieron tras él y tomaron nota de la matrícula, que facilitaron a la Policía autonómica.

El atracador se dio a la fuga a toda velocidad. Por las investigaciones realizadas por la Ertzaintza, gracias a la colaboración de las víctimas, se pudo averiguar que el ladrón había huido hasta Bilbao, en concreto, al barrio de Miribilla, donde prendió fuego al vehículo para eliminar huellas y otras pruebas que pudieran inculparle.

Hace dos semanas se produjo en Vizcaya una oleada de atracos, algunos de ellos cometidos contra gasolineras en Trapagaran, Barakaldo y Bilbao. La Ertzaintza detuvo después en distintas operaciones a seis presuntos delincuentes, a los que se imputa gran parte de los asaltos violentos.

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