Fátima Hssisni reconoce que su hermano se inmoló en Iraq

Testigo de cargo sin burka

La Vanguardia, , 29-09-2009

JOSÉ MARÍA BRUNET – Madrid

La testigo dice que la polémica que ha suscitado su negativa a quitarse la burka es “de ignorantes”
Sólo le vieron el rostro los jueces, la fiscal y los abogados. Pero el hecho es que, finalmente, Fátima Hssisni, testigo en un juicio contra los supuestos integrantes de un grupo terrorista islamista, declaró ayer ante la Audiencia Nacional. Y lo hizo para reconocer que su hermano, miembro de esa organización, se inmoló en Iraq en el 2005. Su testimonio confirma, pues, la naturaleza del grupo, aunque no las directas responsabilidades de cada uno de sus integrantes.

Fátima, por tanto, ha sido en este proceso testigo de cargo. Pero sólo en parte. Su testimonio contribuye a desvelar algunos hechos. No todos. Su declaración responde a la metáfora de su burka. Ayer permitió que su rostro fuera visible desde los estrados, pero sólo en parte, de la frente a la boca, echándose la prenda hacia atrás. Fátima dejó, en suma, que sus facciones y sus palabras se mostraran sólo a medias, sin revelarlo todo.

La historia de Fátima quedará, probablemente, como un episodio relacionado con su resistencia a quitarse la burka cuando fue citada para declarar, el pasado miércoles. Pero en este asunto el choque de civilizaciones no está en la burka, sino en lo que simbólicamente puede encubrir la prenda.

El problema del rostro cubierto pudo resolverse con relativa facilidad. El presidente del tribunal, el juez Javier Gómez Bermúdez – que ya dirigió la vista del 11-M-,no es nuevo en el trato con personas de religión musulmana. Advirtió a la testigo de que podía acusarla de desobediencia, pero luego aflojó la presión, la llevó a su despacho y allí la convenció de que tenía que ceder, porque la ley española exige que a los testigos se les pueda ver la cara mientras declaran. Luego, la citó para ayer, lunes, con objeto de que declarara.

Fátima acabó por asumir que los magistrados han de poder formarse un criterio sobre la credibilidad de las personas. Ser juez supone haber sabido escuchar a mucha gente. Pero la testigo mantuvo sus reservas sobre su obligada declaración sin burka, porque cuando ayer llegó al tribunal dijo que la polémica en torno a su comparecencia era propia “de ignorantes”.

Fátima añadió que en otros lugares de Europa hay menos problemas con la burka. Y afirmó que estaba “orgullosa” de su hermano inmolado, aunque pudo no entender bien la pregunta. El marido de Fátima, que la acompañaba, precisó inmediatamente que cómo iba a sentirse orgullosa de lo que hizo Hassan.

Ahí está el verdadero problema de fondo. El juez Garzón, que tomó declaración a Fátima en la instrucción del sumario, escribió en una de sus resoluciones que del lenguaje críptico de la testigo se “infiere una clara voluntad de ocultar” los hechos. Fátima, cocinera en un restaurante de Castelldefels, declaró sin burka. Pero la pregunta sigue siendo si de verdad levantó el velo que más importa.

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