Bilbao La Vieja prepara su transformación social

El Correo, TERESA ABAJO, 22-09-2009

La segunda fase del plan especial de Bilbao La Vieja, San Francisco y Zabala empezó en 2005 y concluirá a finales de este año, pero nadie, ni en la oficina que coordina el proceso ni en la calle, da el trabajo por terminado. No sólo se trata de construir y rehabilitar edificios, sino de consolidar la estructura donde se apoya el día a día de 17.000 vecinos. La transformación social es la gran apuesta de la tercera fase del proyecto de regeneración, a la que ya se está preparando el camino con un estudio exhaustivo sobre la convivencia en estos barrios.

Los autores del trabajo, encargado a la fundación Gizagune, se enfrentan al recelo de un vecindario «donde ya se han realizado multitud de diagnósticos». Desde 1999 la zona está inmersa en un proceso de rehabilitación que empezó con la entrada de las excavadoras en los solares en ruinas. El urbanismo ha sido el principal estandarte del plan, que en 2007 recibió un premio de la Unión Europea por el programa de apoyo al comercio de Lan Ekintza y Viviendas Municipales. Todavía hay obras inacabadas y otras por hacer, pero la gran asignatura pendiente es el frente social.

Aquí hay más pobreza que en el resto de Bilbao – el 25% de los perceptores de ayudas sociales se concentran en el distrito de Ibaiondo – y se ven conflictos en la calle y en los portales, como el que se vivió hace unos meses en la plaza Corazón de María por el trasiego de toxicómanos hacia el piso de un inquilino. En los últimos meses, los miembros de la mesa por la rehabilitación han tomado dos decisiones, ambas por unanimidad, para avanzar hacia una nueva etapa del plan: encargar a Gizagune el proyecto de mejora de la convivencia, que estará listo a fin de año, y profundizar en el fenómeno de la inmigración. Si en Bilbao los extranjeros representan el 8% del censo, en San Francisco el porcentaje es del 32%. Una realidad palpable pero también desconocida, según los últimos estudios. «La fotografía que tenemos en la cabeza es la de los magrebíes y subsaharianos en la calle», afirma la concejala de Mujer, Igualdad y Cooperación, Nekane Alonso. «Pero la realidad es que el 60% de los inmigrantes son latinoamericanos, y el grupo más importante es el de los bolivianos». Son vecinos invisibles, como las mujeres «que salen a primera hora a trabajar en el servicio doméstico y vuelven por la noche».

A las comisiones de seguimiento del plan especial se han incorporado inmigrantes que conocen el día a día de estos barrios. Dos comerciantes marroquíes asisten con regularidad. El objetivo es «abrir mucho más la mesa de rehabilitación» para que las futuras actuaciones tengan una «sólida» base social. «Sabemos que hay una situación complicada, con luces y sombras, y queremos reenganchar a la gente que ha trabajado por el barrio y lo ha ido dejando», explica el concejal delegado, Sabin Anuzita.

Entrevistas y foros

El estudio sobre la convivencia también pretende «dar voz a las personas anónimas» que no participan en asociaciones pero viven la realidad cotidiana. Se harán 840 encuestas – ya se han completado las de Zabala – para hablar sobre las mejoras que ha experimentado esta zona, los conflictos de convivencia, la seguridad ciudadana y las posibles soluciones a los problemas. Paralelamente, se han mantenido entrevistas con representantes políticos, religiosos y de asociaciones ciudadanas y se han organizado foros para abordar en profundidad temas sanitarios, económicos, educativos y de integración social. Algunos encuentros se dirigen específicamente a jóvenes o escolares.

Toda esta información servirá de referencia para preparar la tercera etapa del plan de Bilbao La Vieja. No se ha marcado una fecha «porque queremos escuchar a la gente y hacer bien las cosas», destaca Anuzita. En cuanto a las obras pendientes, en los próximos dos o tres años está prevista la apertura de Claudio Gallastegui y la construcción de nuevas viviendas. Pero también se incidirá en la rehabilitación de pisos «de personas mayores de 65 años» que pueden llegar a sentirse aisladas en su propio barrio, anuncia la concejala de Urbanismo, Julia Madrazo.

Los partidos se asoman a estas calles con perspectivas más o menos optimistas. Para el PP, el éxito del nuevo plan «pasa por una buena financiación y por el compromiso de la Diputación y el Gobierno vasco», que aunque colaboran ya no forman parte de la mesa de rehabilitación. «Hay que devolver los espacios públicos a los vecinos y desterrar el tráfico de drogas», afirma Óscar Fernández Monroy. El socialista Ángel Tejedor cree que «el gueto ya está montado. Siempre hablamos de urbanismo y no se ha querido tocar el tema social, que es lo que no deja funcionar a este barrio»




t.abajo@diario – elcorreo.com

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