La UE pagará 4.000 euros por refugiado al país que los acoja

El Mundo, MARÍA RAMÍREZ. CORRESPONSAL, 22-09-2009

Bruselas


La UE pagará 4.000 euros por cada refugiado que un Estado miembro acepte en su territorio, como parte de un programa voluntario de acogida para redistribuir inmigrantes.


Una decena de gobiernos europeos se repartirán solicitantes de asilo, que llegan de manera desproporcionada a los países del sur, como España, Italia y Malta, o a otros que ofrecen trámites fáciles, como Suecia, presidente este semestre de la UE y que asegura haber logrado «amplio apoyo» al plan. La financiación llegará del Fondo Europeo de Refugiados como una compensación por la asistencia pública dada a los acogidos.


Reino Unido, Holanda y los socios nórdicos son los más dispuestos, según Antonio Guterres, Alto Comisionado de la ONU para Refugiados y presente ayer en el Consejo de Ministros de Justicia e Interior de la UE. Fuentes diplomáticas indican que Francia ya ha confirmado que no participará en la distribución y España espera que nadie se lo pida.


La ONU se queja de que la UE ayuda a pocos refugiados: este año, cerca de 120.000 personas buscan asilo por motivos políticos y, de ellas, menos del 10% conseguirá establecerse en Europa. En 2009, la UE acogió unos 4.000 refugiados, mientras EEUU aceptó a 60.000.


Guterres también denunció ante los ministros europeos los tratos de Italia para enviar a Libia inmigrantes rescatados en el mar, lo que, según el enviado de la ONU, «no cumple las condiciones» para recibir refugiados y no ofrece ninguna garantía de que no vaya a forzar repatriaciones a peligrosos países de origen. En 2008, la mayoría de los que llegaron a las costas italianas huían de guerras o regímenes represivos, sobre todo de Somalia o Eritrea.


Denuncias a Frontex


Un informe de Human Rights Watch denuncia que incluso Frontex, la agencia de control de fronteras de la UE, ha coordinado los envíos a Libia, donde los inmigrantes son retenidos en centros fétidos y el abuso físico es la norma. Guterres definió las condiciones de acogida como «horrorosas» e insistió en que la ONU tiene «fuertes reservas» contra este país como destino de refugiados.


Las autoridades europeas se conforman con mandar una misión para trabajar con las autoridades de Trípoli. Jacques Barrot, comisario de Justicia, dijo que un grupo de diplomáticos explicará a Libia que su tratamiento de inmigrantes es «inaceptable», pero no se atreve a criticar a Berlusconi.

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