Honor asesino

La Verdad, 21-09-2009

El fanático sentido de la honra que ha llevado a un marroquí residente en Italia a degollar a su hija Sanaa de dieciocho años por irse a vivir con su novio católico resulta aun más espeluznante por la comprensión que públicamente ha mostrado la madre de la joven en tanto que esposa del asesino. Es inconcebible que un mandato tan bárbaro pueda anidar en el código de conducta de un musulmán magrebí que lleva ocho años viviendo en tierra italiana. Si ni siquiera la compasión paterno – filial es capaz de abrirse paso frente a tan irracional cerrazón, es evidente que la tradición según la cual el honor personal y familiar vale más que la vida de la propia hija ha de ser objeto de especial atención por parte de las autoridades de los países europeos y de una condena sin paliativos por parte de quienes encarnan la representación espiritual del Islam.

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