POR CARLOS HIDALGO

FOTO ERNESTO AGUDO

MADRID. – ¿Podría hacer una valoración sobre lo ocurrido en Pozuelo de Alarcón?

- Es obligado, en primer lugar, condenar los hechos. Desde el primer momento hemos dicho que son hechos muy graves, que no se pueden volver a repetir nunca más.

Todos los responsables públicos hemos estado unidos en la condena de los hechos y hemos coordinado actuaciones para los días posteriores que se han mostrado exitosas. La prevención y la coordinación entre la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Policía Local nos han demostrado el camino que hay que seguir. Hemos puesto en marcha, dentro del Consejo de Seguridad de Madrid, el diálogo con la Comunidad y con la Federación Madrileña de Municipios (FMM) los mecanismos para realizar comisiones de estudio y propuestas para mejorar la convivencia y preparar todo lo que tiene que ver con el ocio y los festejos.

- ¿Sería partidaria de una zona acotada para hacer «botellón»?

- Esas cuestiones son competencias de cada ayuntamiento. Yo voy a cumplir la Ley de Seguridad Ciudadana, la ley de la Comunidad y todas las ordenanzas. Sí he promovido con la FMM que nos sentemos para abrir una reflexión sobre el cumplimiento de estas normas, porque la FMM sería bueno que auspiciara criterios comunes. En cualquier caso, los menores de edad no pueden comprar alcohol. Una cosa son los menores, otra el consumo de alcohol en la vía pública y preservar la convivencia entre todos los ciudadanos.

- Policialmente, ¿qué falló en Pozuelo?

- Yo no he visto fallos. La Policía tuvo una actuación exquisita, muy meritoria, tienen todo mi reconocimiento. En momentos críticos, han sabido estar más allá de lo que se espera del cumplimiento del deber. No había ningún antecedente que pudiera prever lo que allí aconteció. No lo había ni en la zona ni ningún otro elemento que lo pudiera así atisbar. Aquí sólo hay unos responsables, que son quienes realizaron unos actos intolerables e inaceptables.

- ¿Cómo definiría a esos responsables? ¿Como vándalos?

- La base del problema está en el abuso del alcohol. Cuando vemos gente joven que, en condiciones normales, no haría ni justificaría lo que pasó, sólo hay un elemento: el abuso del alcohol. Pero es muy importante tener en cuenta la educación en valores, el respeto y la obediencia a la autoridad.

- Cuando hay siete menores implicados, la gente se pregunta: ¿Y los padres?

- Este asunto ha sido un toque de atención. Creo que la lección que podemos extraer de Pozuelo es que es necesario en las familias que este asunto de los menores en la calle a altas horas consumiendo alcohol no puede ser. Pero también es muy importante una reflexión sobre la necesidad de los padres, en la escuela, el respeto y, sobre todo, las normas de convivencia. Eso es tarea de todos.

- ¿Ha hecho usted autocrítica en cuanto a la poca presencia policial?

- Había Policía Local, Nacional y las unidades de apoyo para la intervención. Esa no es la cuestión. Cuando hacemos una reunión de seguridad se evalúan las circunstancias. Los técnicos, los expertos, tanto del Ayuntamiento como de otras instituciones, los precedentes anteriores no daban razón para prever unos acontecimientos como los que sucedieron. Eso no era previsible. Lo que más llamó la atención es que se produjo donde la gente no lo esperaba.

- ¿Cuál es su opinión sobre la propuesta de Esperanza Aguirre de elevar al profesor al rango de autoridad?

- Hay que tener en cuenta que ya la Fiscalía, desde hace más de un año, tramita este tipo de conductas, respetando la condición de autoridad de los docentes. Por lo tanto, sí. Lo han hecho otras comunidades autónomas. Sí, pero no es suficiente. Estoy a favor del respeto y del reconocimiento de los profesores, su autoridad, la labor docente, pero también tienen que jugar más elementos. Creo que es necesario un gran pacto por la educación, en el que tienen que estar los poderes públicos, las familias y los representantes del profesorado. Como decía Su Majestad el Rey, es necesario reconocer la autoridad de los profesores.

- ¿Pero eso se consigue con esa ley? ¿Sirve para algo?

- Hay que hacer más cosas. Hacer de la educación un valor esencial en la sociedad. Sí a la autoridad del profesor…. Y más. Con eso no es suficiente, en ese algo más está muy claro que tenemos que ponernos de acuerdo. Autoridad sí, pero, ¿y qué más? Quería condenar los hechos ocurridos en el colegio Loyola de Palacio, en Vallecas.

- Hemos sufrido recientemente un crimen entre miembros de bandas latinas. La Fiscalía alerta de un repunte de la acción de estas bandas. ¿Se van a adoptar nuevas medidas?

- Mantenemos el trabajo para que no se produzca ningún problema. Tenemos que tener en cuenta la integración social, y en ello tenemos un gran éxito en España. Esto es un fenómeno excepcional y aislado, pero lo suficientemente serio. Desde hace años se realizan medidas que mantenemos y reforzamos, tanto de carácter preventivo como el éxito policial. Los hechos en cuestión están ya esclarecidos. Tiene que haber tolerancia cero ante grupos minoritarios y aislados que practican la violencia.

- ¿Cómo es posible que haya menores con cuchillos por la calle, agresiones, reyertas…?

- Son hechos aislados. Y hemos expresado una preocupación que va seguida de planes que deben prevenir y erradicar.

- Estos días se celebra el juicio por el crimen de Carlos Palomino. Desde entonces, se ha generado en la calle una mayor presencia de grupos radicales.

- Primero quiero condenar ese crimen, que ha sido de una crueldad inaceptable. Todo lo que lleva aparejado violencia no se puede permitir de ninguna de las maneras.

- Se habla de crímenes ideológicos, de odio.

- Estos hechos se están tramitando con los procedimientos más agravados, porque no se pueden permitir el odio, el racismo y la xenofobia. Son contrarios no sólo a la ley y a los valores constitucionales, sino que vulneran los derechos humanos. Son crímenes especialmente repugnantes.

- ¿Sería partidaria de ilegalizar partidos ultras, como Democracia Nacional o grupos como la Coordinadora Antifascista?

- No me corresponde a mí. En nuestra legislación no se puede permitir a quienes utilizan la violencia o la justifican.

- ¿Ha recibido la ruptura del consenso en el acuerdo inicial por la Cañada Real como un jarro de agua fría?

- Tanto el consejero Granados como yo lo dejamos claro. El consenso se mantiene, lo mismo que el diálogo. Todos queremos una ley para la Cañada Real que sea el principio del fin de una situación que es inaceptable. Si alguna de las partes necesita más garantías del texto legal, apelo a la continuidad del diálogo en la Asamblea. Si el Ayuntamiento de Madrid quiere más garantías sobre los planes sociales, estoy de acuerdo, pero es en el trámite parlamentario donde se debe solventar.

- ¿Entiende la actitud del Ayuntamiento de Madrid?

- El Ayuntamiento quiere todo el lujo de garantías sobre los planes sociales. Bien. Pero eso no debe de ninguna de las maneras interrumpir el consenso alcanzado ni la tramitación de la ley. Para mí, el consenso se mantiene.