Evo Morales agradece la legalización de bolivianos y garantiza las inversiones

Diario Sur, H. Z., 16-09-2009

El presidente de Bolivia, Evo Morales, agradeció al Gobierno de Rodríguez Zapatero la regularización de compatriotas suyos que residían de forma ilegal en España. En el último proceso, cerrado en 2005, 100.000 bolivianos pusieron al día su situación legal, una cifra que, según el gobernante andino, es «un récord» que no se ha alcanzado siquiera en otros países latinoamericanos con numerosos inmigrantes bolivianos.

Morales evitó hablar de contrapartidas, pero se mostró más comprensivo con las inversiones de empresas españolas en su país, con las que ha mantenido enfrentamientos. Transmitió un mensaje de tranquilidad a los inversores porque en los tres años que lleva de mandato han cambiado «las normas, los procedimientos y la estructura del Estado para garantizar la inversión». Fruto de estas reformas es la «confianza» de las empresas españolas en Bolivia, no como hace casi cuatro años, cuando visitó España y percibió «incertidumbre y falta de credibilidad» entre los empresarios.

Insistió en que las empresas españolas que inviertan en su país deben abandonar la mentalidad colonial porque está dispuesto a aceptar «socios e inversión», pero no «patrones» que saqueen las materias primas del país sin pagar impuestos.

Zapatero reconoció los avances, aunque reclamó mayores garantías y solicitó a Morales más «seguridad» y un marco legal que ofrezca garantías para las firmas españolas que arriesgan su capital en ese país.

Cena y camiseta

El presidente boliviano, que regresó con una condonación de la deuda con España por valor de más de 60 millones de euros siempre que destine el 40% a proyectos educativos, tuvo sus momentos de buen humor. Confesó que nunca imaginó que cenaría en el Palacio Real, «centro de decisiones políticas para la invasión» de América ni que éste sería «un escenario para recibir al invadido».

Además de la condonación de la deuda, Morales se llevó una clase de asesoría en autonomías, un fenómeno incipiente en Bolivia, pero que amenaza con convertirse en un serio conflicto territorial en su país. Pero sobre todo se llevó una camiseta del Real Madrid con su nombre y el diez a la espalda. Para un ‘merengue’ confeso, eso son palabras mayores.

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