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El acusado dice que se sintió amenazado por Palomino y que no es neonazi

Canarias 7, EFE Madrid , 15-09-2009

El acusado del asesinato del menor antifascista Carlos Palomino, el soldado profesional Josué Estébanez, ha asegurado hoy que se sintió amenazado por la víctima y por sus amigos, y ha negado ser de ideología neonazi o de extrema derecha.

“Soy español nada más, una persona a la que le gusta que gane la selección española”, ha declarado el acusado en el juicio que ha comenzado hoy en la Audiencia Provincial de Madrid cuando la fiscal le ha preguntado si se considera “un patriota”.

La Fiscalía pide 29 años de prisión para Estébanez por el apuñalamiento de Palomino el 11 de noviembre de 2007 en un vagón del Metro en la estación de Legazpi cuando el menor supuestamente se dirigía a sabotear una manifestación de ultraderecha a la que acudía el acusado.

Según el relato de hechos que figura en el escrito del Ministerio Público, sobre las 12.00 horas de ese día Josué, al percatarse de que en el andén esperaba un grupo de jóvenes antifascistas “sacó una navaja”, la ocultó en la cara posterior del antebrazo y permaneció cerca de una de las puertas mientras entraban los jóvenes, entre ellos Carlos Palomino.

La Fiscalía agrega que Palomino realizó unos comentarios al acusado, “cuyo contenido se desconoce” y a los que éste respondió “de manera inesperada y con la finalidad de acabar con su vida, clavándole directamente en el corazón la navaja”, lo que provocó la muerte casi inmediata del joven.

Durante su declaración ante el tribunal, el acusado, soldado profesional, ha asegurado que llevaba una navaja porque al día siguiente se iba de maniobras.

Estébanez ha sostenido que iba en el vagón del Metro cuando entraron “punkis y gente rapada”, le empezaron a señalar gritando “a por ese” y le rodearon, tras lo que Palomino le dijo que le diera su sudadera y su dinero, a lo que él se negó.

“Me empujó y viéndome acorralado por personas armadas me entró miedo y pensé que como se lanzaran no salía vivo”, ha declarado el acusado, que ha agregado que le salió “el instinto”.

Estébanez también ha dicho desconocer si la sudadera que llevaba ese día puesta es un símbolo de ideología de extrema derecha, ya que era un regalo.

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