En los últimos años, el número de personas inmigrantes que estudia en el CEPA se ha incrementado. En septiembre de 2008, como ejemplo, el curso académico comenzó con 68 estudiantes y terminó con más de doscientos.
«Al principio, estudiaban junto con los alumnos de alfabetización pero poco a poco empezaron a llegar más y nos dimos cuenta de que demandaban otro tipo de atención», explica Eloy Tellechea, profesor del Centro de Educación Para Adultos. Así surgió la clase de español para extranjeros.
Tellechea afirma que su asistencia, en general, es irregular porque «aunque para ellos aprender el idioma es importante, su prioridad es el trabajo y si les sale algo en La Rioja, se van inmediatamente. Aún así, tenemos un grupo de personas constante».
Últimamente, las personas inmigrantes no sólo están demandando aprender español, sino también euskera.
«Algunos necesitan hablar el idioma por motivos de trabajo y otros, quieren aprender euskera para poder entender a sus hijos y ayudarles con los deberes, ya que ellos aprenden el idioma en el colegio y a veces se dirigen a sus padres en euskera», comenta Eloy Tellechea.