La falta de información y la precariedad laboral, posibles causas

Los inmigrantes prefieren ir al médico de Urgencias

La Razón, 13-09-2009

Un estudio concluye que España es el país europeo con mayor frecuencia de consultas por habitante.

MADRID – ¿Están saturadas las consultas? La respuesta, casi siempre, es que sí. ¿Tiene la culpa la inmigración? En la mayoría de los casos, no. Aunque en nuestro país viven casi seis millones de extranjeros, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, éstos acuden al médico de forma similar a los españoles. Lo cual, en cualquier caso, es mucho, pues España es el país europeo con más frecuencia de consultas por habitante, según un estudio de la doctora Belén Sanz, de la Escuela Nacional de Sanidad, dependiente el Instituto de Salud Carlos III.
Sin embargo, hay excepciones. El estudio, elaborado con datos de la Encuesta Nacional de Salud sobre población de 16 a 74 años, revela que las mujeres europeas y norteamericanas requieren hospitalización casi el doble de veces que las españolas. Por su parte, los subsaharianos consultan más al especialista y requieren más hospitalizaciones. Y los iberoamericanos van a Urgencias tres veces más que la población autóctona, algo que no siempre es entendido por profesionales y españoles.
Situaciones difíciles
«La medicina preventiva no existe en Ecuador. En nuestro país el acceso a la sanidad es difícil, así sólo vamos al médico cuando la situación es muy difícil y seria, hasta que no nos duele mucho no vamos». Así explica Raúl Jiménez, portavoz de la asociación de inmigrantes ecuatorianos Rumiñahui, por qué frecuentan en exceso las emergencias. «Por una gripe, en Ecuador es impensable ir al médico: no vamos hasta que se convierte en una gripe del diablo». Es una posible explicación, pero no la única. Vicente Collado, médico de Urgencias del Hospital La Fe de Valencia, apunta otras causas: «Los iberoamericanos, a menudo, no pueden o no se atreven a ausentarse del trabajo y no les queda más remedio que ir a Urgencias», algo que coincide con la opinión de Belén Sanz, la autora del estudio, que recuerda que «trabajan en condiciones de precariedad y no les queda otra salida».
Pero a Collado le sorprende que los subsaharianos acudan a su servicio, a veces, «por motivos raros y con patologías inexistentes». El doctor considera que «quieren tener constancia documental de que fueron atendidos para, posteriormente, contribuir a regularizar su situación».
Carlos Bibiano, especialista en Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid resume la realidad de este modo: «Una sala de espera de Urgencias siempre está llena. Hay sudamericanos, africanos, ciudadanos del este de Europa y españoles. Los servicios están sobresaturados por todos. El problema no son los inmigrantes, sino el desconocimiento de cómo funcionan otros servicios sanitarios y la falta de medios».
«Con los inmigrantes, a menudo se necesita un poco más de tiempo y, a veces, los españoles se enfadan». Así lo explica José Luis Martincano, coordinador del grupo de Atención al Inmigrante de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen). Cuando un extranjero llega a su consulta hace falta hacer una historia inicial, evaluar el estado general del paciente y, a menudo, hay problemas con el idioma. Martincano recuerda a una suramericana llegó a su consulta y le dijo  «doctor, no estoy enferma». ««¡Pues qué bien!”, le respondí». Lo que quería decir es que sospechaba que estaba embarazada, no tenía el período, no estaba «enferma». Si hay problemas como éste con los castellanohablantes, a los profesionales se les presentan situaciones muy difíciles cuando se trata de pacientes de origen asiático. Esta mayor barrera idiomática (muchos africanos se expresan, al menos, en inglés o francés) puede ser la causa de que los asiáticos estén entre los que menos acuden a servicios de salud, otra de las conclusiones del estudio.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)