No solo las han empleado para obtener grandes beneficios explotándolas sexualmente. Las mafias nigerianas han utilizado a los prostitutas africanas como caballo de troya para abrirse camino e instalarse en Catalunya con la intención de dedicarse a negocios ilegales como el narcotráfico. Fuentes policiales confirman la diversificación de actividades de las bandas criminales nigerianas, sobre todo en Barcelona, donde hay identificados varios grupos dedicados a la venta de heroína.
Su presencia es muy evidente en la Rambla y en el barrio del Raval. Allí, al final del paseo barcelonés y en calles como Egipcíaques, varios grupos de traficantes africanos pasan la jornada vendiendo droga a heroinómanos. No suelen llevar la droga encima sino que van a por ella a su escondite cada vez que alguien va a comprar. Además, se mueven siempre en grupo con lo que su presencia resulta intimidatoria.

RIVALES PAQUISTANÍS / Tanto es así que estos africanos han desplazado a los clanes de pequeños delicuentes marroquís y argelinos que hasta ahora controlaban el tráfico de droga en el Raval. Hoy por hoy, en ese barrio, solo resisten su envite las redes de paquistanís, que trafican con hachís y cocaína para atender, esencialmente, la demanda de droga de los turistas. De hecho, hay un reparto territorial del barrio, quedando la parte oriental, cercana a la Rambla, en manos de los africanos, y la occidental en manos de los paquistanís.
Conscientes de este nuevo mapa delictivo, fuentes de los Mossos d’Esquadra confirmaron que, en coordinación con la Guardia Urbana, han multiplicado las detenciones de subsaharianos y paquistanís vendedores de droga al detalle. En esas operaciones, los agentes han constatado que los subsaharianos no suelen llevar la droga encima. «Cuando la llevan y ven que les vas a detener, se la tragan», dicen esas fuentes.

CAMBIO DE RUTA / El aterrizaje de redes africanas del narcotráfico es hoy más preocupante que nunca. «La razón es que el 30% de la cocaína que se consume en Europa se trae a través de África; los africanos van a ser los grandes suministradores de esa droga», dicen fuentes policiales, que destacan el papel que juegan las mafias nigerianas en ese tráfico. «A través del tráfico de mujeres hacia la UE y Suráfrica han ido controlando el tráfico de drogas de casi toda África y bastantes países europeos».
El empleo de la prostitución como punta de lanza criminal no es nuevo. Un alto mando del Ministerio del Interior explica el porqué del proceso. «Cuando quieren instalarse en un país, la mayoría de las mafias prueban suerte primero con la prostitución que, al tratarse de una actividad normalmente alegal, no les suele traer demasiados problemas con las autoridades. Les permite conocer el terreno y hacer contactos. Cuando ya han pasado esa fase es cuando se deciden a desembarcar en negocios más arriesgados».
Ni en Catalunya ni en España faltan ejemplos de ello. El primero lo protagonizaron las prostitutas rumanas. Las chicas comenzaron a llegar a principios de esta década. En el 2004, el grueso de la mafia rumana –que hasta entonces operaba en Italia– dio el salto y se instaló en España, sobre todo en Catalunya y Baleares. De hecho, el capo máximo de la mafia rumana vivió durante años en Ibiza (llegó a aparecer en la guía telefónica) y venía regularmente a Barcelona, donde un bufete de abogados gestionaba sus asuntos. Al poco tiempo desembarcaron las bandas de ladrones de viviendas.
Similar es el caso de los brasileños. A la llegada de prostitutas brasileñas le siguieron bandas de falsificadores y redes de narcotráfico encargadas de preparar el terreno para envíos de cocaína desde Brasil.