El Gobierno evita enfrentarse a Italia por considerar delito la inmigración irregular

El Periodico, EL PERIÓDICO, 11-09-2009

Además del espectáculo dado por Silvio Berlusconi sobre sus fiestas privadas con prostitutas, el primer ministro italiano y José Luis Rodríguez Zapatero dieron cuenta del contenido de la cumbre bilateral, en la que abordaron la posición europea en el próximo G – 20 y las prioridades de la presidencia española de los Veintisiete.
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Fuera de las discusiones quedó la política de inmigración. Zapatero y Berlusconi se limitaron a defender que es necesario una política de inmigración común en la Unión Europea en la que se entienda que las fronteras de cada país son fronteras europeas. El jefe del Ejecutivo español evitó criticar la reciente ley italiana que define la inmigración clandestina como un delito penal y permite expulsar de inmediato a sus países de origen a las personas interceptadas en el mar.
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Ambos políticos también apostaron por que los miembros del G – 20 tomen medidas contra la especulación de las materias primas que, según Zapatero, estuvo en el origen de la actual crisis.

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