pamplona. La directora de la Cátedra Unesco Ciudadanía, Convivencia y Pluralismo, y subdirectora de Trabajo Social de la UPNA Conchita Corera hizo ayer balance positivo del cursoCiudadanía universal y democracia a escala humana : “alta” matriculación, asistencia “permanente” de 75 – 80 personas a lo largo de tres días y un público “muy heterogéneo y intergeneracional”. Profundizar en los conceptos de ciudadanía y democracia más participativa ha servido, dijo, para evidenciar que hay grupos o colectivos que en estos momentos tienen serias “dificultades para obtener la plena ciudadanía, por ejemplo los inmigrantes dado su estatus jurídico y otros por su trayectoria histórica como el colectivo gitano”. Las desigualdades de género y las territoriales también están incidiendo de forma negativa. “Es díficil construir una sociedad democrática y participativa donde existen grandes desigualdades”. Por otro lado, la participación ciudadana es más que un “requisito democrático” ya que constituye un “buen método para resolver los problemas complejos de la sociedad” y reconocer la riqueza del “pluralismo” desde una “cultura de la diversidad”. Navarra cuenta además con un tejido asociativo “muy rico” que hay que "aprovecharlo"y los movimientos sociales también tiene que “saber llegar a consensos y acuerdos”. Al final, las decisiones las deben tomar las administraciones pero recogiendo las “necesidades de los ciudadanos”, sobre todo a nivel local, y hay “múltiples fórmulas”. Se ha hablado también de la crisis como “oportunidad” para replantearse nuevas formas de hacer ciudad. “Y la voluntad de la Cátedra es seguir trabajando en esa línea de debate y de reflexión sobre ciudadanía, convivencia, pluralidad”. >a.i.