Los recursos que envían al país los mexicanos que trabajan en el exterior registraron en el segundo trimestre del año su mayor retroceso en lo que va de la presente crisis, al caer 18% a tasa anual. No obstante, las cifras del Banco de México (Banxico) de julio mostraron una ligera mejoría, ya que el monto promedio por remesa enviada fue de 323 dólares, el nivel más próximo a la media del año pasado (345 dólares) de los últimos tres meses.

Según expectativas del consenso de analistas, basadas en evidencia de indicadores económicos, la recesión tocó fondo en el segundo trimestre del año, por lo que la economía habría iniciado en julio el proceso de recuperación que arrojará resultados positivos (alzas anuales) a partir de 2010.

Con base en información de Banxico, en julio las remesas siguieron con su tendencia negativa, pero moderaron su ritmo de desaceleración al caer 16% a tasa anual.

En mayo de 2009 se registró la máxima baja anual en lo que va de la recesión ( – 19.9%), producto del mayor desempleo en Estados Unidos entre inmigrantes mexicanos, que ha implicado menores envíos y descensos en los montos de remesas, respecto a años previos.

El menor flujo de remesas que llegan al país perjudica sobre todo a las familias más pobres de México, pues los ingresos familiares que provienen de otras naciones (remesas) representan 14% de su ingreso total.

De acuerdo con la más reciente Encuesta Nacional Ingreso Gasto de los Hogares (ENIGH), en 2008 las remesas llegaron a la mitad de los hogares que forman parte del primer decíl, o 10% de la población de menores ingresos. Los resultados de la ENIGH de 2008 arrojan que 5.6 millones de hogares en México, 21% del total, recibieron ingresos provenientes de otros países. Y que el monto trimestral promedio de las remesas enviadas a los deciles más bajos de ingreso fue de mil 751 pesos.

Banxico prevé que el crecimiento de remesas familiares en los próximos años sería más moderado que el observado en los años previos a la crisis actual, pues el sector de la construcción, uno de los más afectados por la recesión, emplea a un amplio número de trabajadores mexicanos.

“Si bien es de esperarse que, con la eventual recuperación de la economía de Estados Unidos, se observe una reactivación de su industria de la construcción, es difícil que este sector, en especial la construcción de vivienda, muestre tasas de expansión tan elevadas como las que había registrado durante el periodo de fuertes inversiones en el mercado inmobiliario de ese país”. No obstante, cifras de empleo en EU muestran que en agosto el desempleo entre hispanos aumentó de 12.3% a 13%

De esta manera, de 2008 a la fecha, la recesión deja en México un saldo de mayor pobreza, producto del desempleo, menores ingresos laborales, y mayor pobreza en los segmentos más pobres por el mayor gasto en el consumo básico producto del alza en los precios de los alimentos y la menor entrada de remesas al país.

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