Moore aprovechó para meterse con Berlusconi y la prensa italiana respondió con un aplauso. La política de este país es una olla a presión. No puede decirse que Berlusconi sea demasiado amigo de los inmigrantes. Para muestra, un botón: «La Reppublica» informaba de la flagrante censura que los tribunales han impuesto a una película rumana, «Francesca», que se presentaba en la sección Orizzonti. ¿Por qué? Porque el filme de Bobby Paunescu denuncia de forma bastante agresiva el racismo de los italianos citando el nombre de algunos políticos que habían hecho declaraciones abiertamente xenófobas. Parece que a Alessandra Mussolini, nieta del Duce, no le hizo mucha gracia figurar en la lista y ha demandado a Paunescu, obligando a la Mostra de Venecia a cancelar las dos últimas proyecciones de la película.