Las agresiones con «jeringuillas» indignan a los chinos han

Una serie de ataques reaviva las tensiones en Xinjiang

La Razón, 05-09-2009

¿Una desesperada técnica guerrillera? ¿Delincuencia común? Resulta difícil saber qué ocurrió en Xinjiang.

Pekín – Las autoridades de la capital de la región autónoma de Xinjiang informaron ayer de una cadena de «ataques con jeringuillas»  en el mismo escenario donde el pasado 5 de julio se produjeron los disturbios más sangrientos registrados en China en las últimas décadas: los enfrentamientos entre la mayoría han y la minoría musulmana uigur, en los que murieron en torno a 200 personas. En una nota de prensa de tintes surrealistas, fuentes oficiales comunicaban que 21 personas habían sido detenidas en los últimos días, sospechosas de un delito inverosímil: haber pinchado con jeringuillas a cientos de personas en las calles de Urumqi. Al mismo tiempo, se hizo saber que 476 ciudadanos, en su mayoría de etnia han según voces oficiosas, recibieron asistencia médica relacionada con los misteriosos aguijonazos, aunque tan sólo 89 de ellos presentaban heridas visibles.
Las propias autoridades relacionan los disturbios interétnicos de hace dos meses con este extraño ataque, que ha servido para reavivar las tensiones en la capital de Xinjiang. Ayer, cientos de chinos de etnia han se manifestaron por las calles de Urumqi exigiendo la dimisión de las autoridades frente a las puertas del Gobierno regional, pidiendo una mayor contundencia policial y gritando que no se sienten seguros desde los sangrientos incidentes de julio. Al mismo tiempo, testigos presenciales citados por agencias internacionales aseguraban que a los ciudadanos uigures se les sugirió que permaneciesen en sus casas para evitar nuevos enfrentamientos.
El episodio de las jeringuillas podría explicarse en relación al incremento de casos de sida que está experimentando Xinjiang, la región donde más rápido aumentan los contagios en toda China. Tan sólo el año pasado se registraron 25.000 nuevos casos, la mayoría relacionados con la drogadicción y con la costumbre de compartir jeringuillas entre toxicómanos. Situada en el extremo noroccidental del país, esta vastísima región comparte frontera con Afganistán, país que produce en torno al 90% del opio (materia prima de la heroína) que se consume en el mundo.
El Gobierno chino insistió en que la situación está controlada y precisamente esta semana el diario oficialista en inglés «China Daily» publicaba un reportaje en portada asegurando que la región está completamente recuperada tras los incidentes. Todo en medio de los preparativos para la conmemoración del 60º aniversario de la República Popular China, que tendrá lugar el 1 de octubre.

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