Entre la impotencia y el echar balones fuera, el Ayuntamiento de Barcelona salió ayer al paso de la polémica por la proliferación de la prostitución callejera en la ciudad asegurando que todo está en orden y que este «ha sido un buen verano» en cuanto al civismo. Si bien las imágenes de prostitutas practicando el sexo en los soportales del mercado de la Boquería «nos indignan y duelen», poco más se puede hacer, vino a decir la concejal de Seguridad Assumpta Escarp.

Según el Ayuntamiento, en el caso de las prostitutas nigerianas que han convertido las Ramblas en el paseo de la vergüenza – ahora también están apostadas en Sant Antoni – , la responsabilidad es del Ministerio del Interior. Según aseguró ayer Escarp, Delegación del Gobierno sólo expulsa del país al 1 por ciento de las personas indocumentadas que la Guardia Urbana entrega a la Policía Nacional. En lo que va de año la Policía Local ha trasladado a extranjería a 683 chicas, de las cuales el 99% pues ha regresado a las calles a trabajar.

La ordenanza, un parche

Para el Consistorio, mientras no haya una regulación de la prostitución – el ejercicio de la misma es legal – , la ordenanza de Convivencia sólo será un parche con el que poner cierto orden en las calles. El Ayuntamiento no piensa cambiarla para endurecerla.

Con todo, vecinos y oposición municipal denuncian que la Guardia Urbana puede hacer mucho más, y las cifras aportadas ayer por el Consistorio confirman la tesis. En 2006, primer año de aplicación de la ordenanza, se impusieron 5.080 denuncias relacionadas con la prostitución; 2.919 en 2007, 2.058 en 2008 y 1.476 en lo que va de año. En total, 11.533, una media de 256 cada mes. En contraste, durante este último trimestre, cuando el fenómeno de la prostitución se ha visibilizado con toda virulencia, las denuncias sólo han sido de unas 50 por mes.

En paralelo, y como ejemplo de «contundencia» en la aplicación de la ordenanza en un «buen verano», se han interpuesto 745 denuncias este verano por servicios no autorizados – tipo masajes, tatuajes… – , 1.726 por orinar en la calle, 4.781 por beber alcohol, 29.918 por venta ambulante y se han decomisado 175.814 latas. Las cifras son superiores a las del mismo periodo de 2008.

Control en plaza España

Por otra parte, y mientras el Ayuntamiento de Barcelona se quejaba de la poca eficacia del Ministerio del Interior a la hora de expulsar indocumentados, la Policía Nacional practicaba por la tarde un control de extranjería en una de las salidas del Metro en plaza España. De manera aleatoria pidieron la documentación a quienes con aspecto de inmigrante pasaban por allí. Finalmente, con el miedo en el cuerpo, cinco jóvenes fueron detenidos.