El Ayuntamiento de Salamanca pretende evitar la prostitución en la ciudad con una campaña dirigida a los consumidores de sexo de pago destinada a concienciar de las consecuencias que deriva el uso de los servicios de prostitución. Bajo el lema «Si pagas eres cómplice», la Concejalía de Familia e Igualdad de Oportunidades ha puesto en marcha esta iniciativa que pone el acento en «la responsabilidad individual del cliente en la pervivencia e incremento de esta forma de explotación». Así lo manifestó ayer en la rueda de prensa de presentación de la campaña la concejala del área, Cristina Klimowitz. para quien los consumidores de este tipo de sexo «están manteniendo un entramado de violencia y explotación contra la mujer en muchos casos».

Además de la necesidad de concienciar al posible cliente de las consecuencias de sus actos, la iniciativa busca «motivar actitudes de tolerancia» hacia las mujeres, que, en la mayor parte, son las que ejercen la prostitución «muchas veces contra su voluntad u obligadas a ello por la situación laboral y económica en la que se encuentran».

En este contexto, Klimowitz denunció que existe «una baja concienciación social» respecto a la problemática que hay detrás de estas mujeres, principalmente inmigrantes que se ven obligadas a prostituirse. Por ello la campaña destacará «los componentes de violencia, desigualdad y discriminación que conlleva para las mujeres» con el fin de modificar las actitudes hacia «la tolerancia y la aceptación» de este colectivo, aunque «incidiendo en la reducción de la demanda y en la prevención del consumo».

Según los datos aportados por la concejala, en la actualidad en España y por discriminación en Salamanca, el 90 por ciento de las mujeres que ejercen la prostitución son extranjeras, principalmente de América Latina, Europa del Este y África. Por lo que respecta a Salamanca en concreto existe un estudio del 2001 «y los datos no han cambiado mucho», puntualizó Klimowitz, en el que se contabilizaron en la provincia 450 mujeres trabajando en el negocio del sexo y de ellas tan sólo un tres por ciento lo ejercen en la calle o en las carreteras directamente.