"En tiempos de crisis, ciertos países tienden al trabajo forzado de niños y mujeres"

Diario de noticias de Gipuzkoa, soiartze rivero, 03-09-2009

donostia.¿Hay más despedidas que despedidos?

Hay de todo. En Unifem vemos, en unos casos, que tanto hombres como mujeres son despedidos, pero hay otras situaciones en que la mayoría de los que van al paro son féminas, el colectivo más vulnerable debido a la falta de regulación en ciertas actividades.

Unifem trabaja por la igualdad en la recuperación económica…

Sí. De hecho, nos interesa alertar sobre la necesidad de tener una perspectiva de género a la hora de concretar medidas de reactivación económica, de apoyo al empleo y al entorno familiar para que éstas se conviertan en oportunidades para todos, hombres y mujeres.

¿La no regulación del empleo plantea problemas?

Sí. La regulación laboral que protege a los trabajadores y, especialmente, a las trabajadoras, es un avance histórico que no es una realidad en la mayoría de los países del mundo. Así, cuando viene la crisis todavía se agravan más las condiciones porque no hay trabajo, lo que implica que no se garantiza el puesto laboral.

La falta de protección se da sobre todo en la economía sumergida.

Sí. En estas actividades no existe ningún tipo de regulación. Por lo que, los empleados de este área no tienen, entre otros, derecho a subsidio o jubilación. Además, los trabajadores son en su mayoría, mujeres. La prostitución, por ejemplo, está dentro de este grupo y ni es legal en muchos países, ni está protegida.

En su ponencia ha hablado del tráfico de mujeres, ¿puede decirse que la crisis ha fomentado esta actividad?

No puedo contestar, porque no tengo datos de la situación actual. Sí que, en tiempos de crisis, como demuestran estudios realizados otros años, se da un mayor tráfico de mujeres de Camboya. Éstas son empleadas luego en centros de entretenimiento (prostíbulos, por ejemplo). Por otro lado, también hay una tendencia al trabajo forzado tanto de mujeres como de niños en algunos países. Los negocios más conocidos relacionados con esta práctica son las redes de prostitución o talleres de confección.

Entre los emigrantes hay muchas mujeres. ¿Qué impacto tiene la crisis sobre ellas?

Es cierto que, aproximadamente, la mitad de los que vienen de Latinoamérica son féminas y, si hablamos del sudeste asiático, la cifra asciende al 70%. Por tanto, el impacto sobre el trabajo de los emigrantes afecta a una gran cantidad de mujeres. Desde Unifem se trabaja para que las medidas de apoyo para repatriados no tengan en cuenta la diferencia de género. Es decir, que las mujeres puedan acceder a esas ayudas para que, si desean volver a su país, puedan hacerlo y estén protegidas.

¿Hay algún Estado que niegue ayuda a la mujer retornada?

Sí. Por ejemplo, el Gobierno de Nepal tiene una medida para auxiliar a emigrantes retornados, pero sólo han podido disfrutar de ella los varones. Y es que en ningún momento se planteó que la mujer también podía ser una retornada.

Por otro lado, la organización de la familia tradicional, ¿tiene futuro?

No. La división del trabajo que se da en ese entorno, no es buena para el grupo. Si sólo el hombre trabaja fuera de casa, en el caso en que éste pierda el trabajo, desaparece el sustento de la familia. En cambio, si trabajan los dos y uno es despedido, siempre queda el sueldo del otro.

¿Y la repartición de las tareas domésticas?

También es importante repartirlas. Así, si de los dos adultos que pueda haber en la casa, uno queda en paro, el otro puede asumir al completo los quehaceres domésticos. De lo contrario, si el hombre no sabe hacer nada, será como los lunes al sol: no hará nada dentro ni fuera de casa. Sin embargo, si una mujer pierde el trabajo, no la ves al sol, porque sí sabe hacer las cosas.

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