Las fuerzas de seguridad y los servicios de emergencias de la Región trataban de averiguar ayer el grado de veracidad de las manifestaciones realizadas por un inmigrante ilegal que, después de haber sido localizado en la costa murciana y trasladado al hospital Nuestra Señora del Rosell de Cartagena para ser atendido, declaró que una patera con 12 argelinos a bordo había volcado a unas cuatro millas de Cabo de Palos.

Según la versión de esta persona, él viajaba en una embarcación junto a otros dos compatriotas y, cuando estaban ya muy cerca de la costa, la barca volcó y los tres ocupantes pudieron llegar a nado hasta la orilla, donde se separaron. Peor suerte habrían corrido los tripulantes de una segunda embarcación, unos doce, que navegaba en paralelo a la primera y que se habría hundido a unas cuatro millas de Cabo de Palos.

De haber sido así, la suerte de estas personas sería muy incierta, ya que resulta muy complicado que alguien pueda cubrir a nado esa distancia – cerca de siete kilómetros – , y menos aún después de llevar horas de agotadora navegación en una pequeña barca. Conscientes de este hecho, los servicios de emergencias se movilizaron ayer tarde para tratar de encontrar algún vestigio que confirmara esa versión. A última hora de la noche no había noticias al respecto.

Horas antes, hacia las diez de la noche del sábado, la Guardia Civil detuvo a otros nueve inmigrantes, todos varones y mayores de edad, que intentaban llegar a la costa de Murcia en una patera. Fue un pesquero de Almería el que avisó a la Guardia Civil de Murcia de que había avistado una patera con inmigrantes dentro a 24 millas al sureste de Capo de Palos.