Vecinos de Loiola reclaman el desalojo de los rumanos asentados en el barrio

Viven en un solar junto al vecindario 25 personas sin condiciones de salubridad

Diario Vasco, ALETXU PEÑA, 23-07-2009

DV. Los vecinos de Ciudad Jardín, en el barrio de Loila, llevan meses esperando que el juez dé la orden de desalojo al grupo de rumanos gitanos que vive desde enero en un solar particular en unas condiciones en las que la falta de salubridad llega a las viviendas colindantes.

«Asistimos con impotencia e indignación a una situación que no entendemos por qué se prolonga cuando el Juzgado número 5 de San Sebastián tiene la denuncia formulada en el mes de abril, y a este lugar han venido ya dos veces la Ertzaintza a tomar fotos y la afiliación de todas las personas que están viviendo en este solar», explicaba un vecino afectados por los ruidos y olores que se desprenden de este lugar.

Junto a varias viviendas de Ciudad Jardín existía un solar donde hasta hace años se desarrollaba una actividad industrial consistente en el almacenaje de andamios. Esa actividad cesó y fue a partir de enero de 2009 cuando ocuparon el solar dos parejas de rumanos. Al principio llegaban por la noche y se iban a primera hora de la mañana.

Sin embargo, con el paso del tiempo el grupo ha crecido y ya se contabilizan en este poblado 25 personas, entre ellas un niño de unos tres años y varios menores.

«Son personas que se dedican a pedir limosna y a sacar de los contenedores de basura la chatarra para luego venderla. La traen aquí todos los días y la almacenan produciendo el ruido consiguiente», indican los vecinos que se encuentran molestos además porque defecan y orina en este recinto, además de hacer la comidas en una parrilla. «Toda esa mezcla de olores la estamos respirando en nuestras casas».

Además de la Ertzaintza también ha acudido en varias ocasiones la Guardia Municipal por denuncias de los vecinos. Llegan comprueban la situación y les dicen a los vecinos que no pueden hacer nada hasta que el juez no dé la orden de desalojo. Los guardias instan a los vecinos a elevar protestas para que el asunto coja eco y reaccionen las autoridades.

El propietario del solar ha cambiado el candado de la verja varias veces, pero lo rompen cada vez que lo repone. Y cuando ha acudido el personal de Bienestar Social del Ayuntamiento los ocupantes del solar no les atienden. Les dicen dicen que no se van porque no hay ninguna orden que les obligue a abandonar la zona.

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