La estadística que ha facilitado el ministerio de Trabajo e Inmigración evidencia una escasa acogida entre los potenciales beneficiarios del plan, aunque la cifra de demandantes se va incrementando de forma paulatina. Según los datos del departamento que dirige Celestino Corbacho, los inmigrantes que se han registrado para acogerse a las ayudas de retorno voluntario a lo largo de los últimos ocho meses han sido 161 en la provincia de Las Palmas y 140 en Santa Cruz de Tenerife.
Por países, el principal número de solicitantes procede de Ecuador, Colombia y Perú. Latinoamérica concentra en 91% del total de solicitudes recibidas. El objetivo del plan es favorecer el regreso a sus países de aquellos extranjeros con residencia legal y permiso laboral que hayan perdido su puesto de trabajo a consecuencia de la crisis. Quienes deciden acogerse al plan de retorno voluntario pueden recibir todo el paro que hayan acumulado en dos etapas, el 40% antes de irse y el 60% una vez que estén de regreso en su país. La cuantía media del abono acumulado y anticipado de la prestación contributiva por desempleo es de 9.035 euros.
A cambio de estas ayudas, los inmigrantes que retornen deben renunciar sus permisos de trabajo y de residencia, además de comprometerse a no volver a España en un plazo mínimo de tres años. El principal condicionante para acogerse al plan es ser originarios de uno de los 20 países con los que España tiene acuerdo bilateral de seguridad social.De los aproximadamente 5.000 inmigrantes con residencia legal que en Canarias tienen derecho a acogerse al plan de retorno voluntario que el Gobierno de Zapatero puso en marcha el pasado mes de noviembre, hasta ahora sólo 301 han decidido regresar a su país de origen. En todo el Estado se han tramitado 5.088 solicitudes.