ELIZONDO.L os baztaneses cumplieron ayer con la tradición, y como vienen repitiendo desde hace 46 años, miles de personas se reunieron en la localidad navarra de Elizondo para exhibir las 22 carrozas que este año se han presentado al concurso del Baztandarren Eguna. A eso de las once de la mañana, las calles del municipio anfitrión ya se habían llenado de familias completas – muchas de ellas guipuzcoanas – que buscaban un sitio a la sombra donde poder disfrutar del desfile.

“Es el único día donde estamos todos unidos”, contó Begoña Viela, miembro de la organización, que cada año se ocupa de que todo funcione en esta jornada. Para los baztaneses, supone uno de los pocos momentos en que todos los habitantes del valle suman esfuerzos para una celebración conjunta.

Con las carrozas, cada pueblo rescata desde un acontecimiento de su pasado, como el momento en que llegó la electricidad a las casas, hasta un detalle de la vida cotidiana de antaño, como el modo en que las mujeres elaboraban las colchas a base de lana de oveja. Viela destacó la “ilusión” con que se enfrentan a su día grande: “En la elaboración de las carrozas se involucra todo el pueblo, las tres generaciones”.

Entre las representaciones de los pueblos, grupos de danzas amenizaban la mañana y desfilaban dando paso a la siguiente carroza. En éstas, los vecinos vestidos con una ropa que bien podía haber pertenecido a sus abuelos, interpretaron papeles de lo más variopintos, desde una recién casada hasta un agente de la Guardia Civil que perseguía a los contrabandistas a su pas atravesaban el Baztan. Con tanta variedad, el jurado tuvo que echar mano de los decimales para pronunciarse sobre los ganadores.

La integración también estuvo presente en el Baztandarren Biltzarra de ayer y el desfile se abrió con por personas oriundas de otras ciudades. Además, los ecuatorianos afincados en el valle montaron su propia carroza, que recordaba el difícil periplo para llegar a Europa.