El 76,6 por ciento de los albergues es privado y atendido por voluntarios

Sube la ocupación de los centros para personas sin hogar

La Razón, 14-07-2009

MADRID – El número de personas que se ve obligada a acudir a albergues, comedores sociales, centros de día o talleres ocupacionales por falta de medios económicos y alternativas crece. El Instituto Nacional de Estadística (INE) da fe de ello en su encuesta de personas sin hogar, que revela que la ocupación media de este tipo de centros ha aumentado un 3,7 por ciento en el año 2008 y era del 86,8 por ciento, lo que da una idea de la alta demanda que tienen.
De hecho, los 615 centros para personas sin hogar que hay en España ofrecieron un total de 13.650 plazas diarias de alojamiento, casi un cinco por ciento más. De ahí también que el gasto medio por centro haya aumentado casi un 20 por ciento respecto a 2006, cuando empezó la crisis.
Los más perjudicados en esta coyuntura económica son los inmigrantes. Por eso figuran como los mayores usuarios de estos servicios de beneficencia.
Resulta significativo que casi el 60 por ciento de estos centros se nutre de voluntarios que generosamente dedican su tiempo a la atención a los más desfavorecidos. Proporcionalmente, también ha aumentado el número medio de personas que trabajaron en los centros: 13.586 personas, un 5,7 por ciento más.
Pero es la iniciativa privada la que más se ocupa de proporcionar auxilio social. En 2008, la oferta pública fue de 5.340 plazas diarias (un 5,9 por ciento más que en 2006) y la privada de 8.310 (un 4 por ciento más), aunque si atendemos al número de centros, el 76,6% es privado .
Lo que no especifica el INE es el número de personas sin hogar que hay en España. Según Cáritas, son ya del orden de 30.000, lo que hace pensar que sólo una de cada tres personas en estas circunstancias acude a los comedores sociales. La organización ha confirmado que precisamente casi ninguna o como máximo un tercio de las personas sin hogar están siendo atendidas por los servicios sociales públicos y apenas se dio respuesta a alguna de sus necesidades. La mayoría son hombres, españoles y con una media de edad de 40 años. Se han visto abocados a esta situación por la pérdida de empleo (abandono, despido o fin de contrato), seguido de las adicciones (alcohol, drogas o ludopatías). Otras causas son las dificultades de acceso al empleo, pérdida de vivienda habitual y falta de apoyo familiar.
En el caso de los inmigrantes, se añade la dificultad de acceso al empleo y la situación de irregularidad administrativa. Muchos de ellos deambulan errantes por distintas comunidades autónomas. El 63 por ciento se desplazan, especialmente en el caso de los inmigrantes, mientras que sólo un 37 por ciento permanecen en la misma localidad.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)