El fuerte incremento de la población inmigrante en Sestao en los últimos años hace que, en ocasiones, la integración se antoje complicada. El carácter acogedor de una población con un marcado pasado inmigrante y el precio de la vivienda, más asequible que en otros muncipios, le ha convertido en un foco de atracción de gentes de distintas etnias y costumbres llegadas de numerosos países. El Ayuntamiento, en este sentido, asume que debe impulsar la convivencia, implicando tanto a los que ya se sienten sestaoarras como a los que acaban de aterrizar. De esta manera, el Consistorio apoyará con informes favorables a los extranjeros con buena conducta para que puedan obtener autorizaciones temporales de residencia.

La responsable de Coordinación y Planificación municipal, Alexia Castelo, reconoce que la Subdelegación del Gobierno en Vizcaya ya se ha amparado en varias ocasiones en la Ley de Extranjería para solicitar a la institución local una valoración de los servicios sociales sobre determinadas personas y, si lo estima conveniente, concederles permisos de permanencia en España. Ahora la estrategia será diferente. «Nadie había planteado la posibilidad de que fueran los afectados los que vinieran a las dependencias municipales en busca de unos documentos que acrediten su buen comportamiento e integración», subraya.

Para casos temporales

Y en Sestao hay personas foráneas que no han dudado en ayudar a la comunidad que les ha acogido. Este comportamiento, a juicio del Ayuntamiento, podría servir de catalizador en el proceso de integración de un nuevo sector de población que crece a pasos agigantados. El Consistorio se ha propuesto incentivarlo promoviendo su colaboración y ayudándoles con informes favorables cuando soliciten la autorización de residencia. Eso sí, «sólo para casos temporales, ya que los definitivos tienen otro recorrido previsto en la propia Ley de Extranjería».

Alexia Castelo explica que estos documentos sólo se entregarían ante actuaciones «de cierto interés». Entre ellas destaca las iniciativas encaminadas a favorecer su aceptación y la de otros inmigrantes entre la sociedad sestaoarra y, sobre todo, la denuncia de situaciones que atenten contra la dignidad de las personas. «La colaboración contra comportamientos discriminatorios, xenófobos o racistas se tendrá muy en cuenta», advierte.

Otro de los campos en los que se espera que la iniciativa de buenos resultados es la lucha contra la violencia de género. El año pasado, casi el 40% de los casos de maltrato registrados en España fueron protagonizados por inmigrantes. El respeto a los derechos de las mujeres en todas las culturas es uno de los valores que las autoridades intentan difundir.